VERONA.- Laila Ali imitó a su padre, el mítico Muhammad Alí, en su estilo de volar como una mariposa y picar como una abeja, y con un boxeo más técnico se llevó una decisión unánime en ocho vueltas sobre Jacqui Frazier-Lyde, en un pleito de los pesos medianos realizado la noche del viernes en la localidad de Verona, New York.
Ambas contendientes reeditaron el famoso tope entre sus padres, Alí y Joe Frazier, y como hace casi tres décadas atrás, el nombre del primero salió por la puerta ancha del triunfo.
Dos de los tres jueces dieron tarjetas a Laila de 79-73 y 77-75 y un tercero vio la pelea empatada 76-76. Ahora la hija de Alí se mantiene invicta en 10 peleas, ocho de ellas ganadas por nocáut, mientras la Frazier-Lyde sufrió su primera derrota en ocho pleitos.
"Ellas es salvaje, siempre hay un poco de sorpresa cuando uno de mete en el cuadrilátero a pelear con una persona como ella, pero no hizo lo que dijo me iba a hacer", expresó Alí.
Por su parte Frazier-Lyde manifestó su descontento por el resultado y dijo que, en su opinión, ella había ganador la pelea.
"Me siento fantástica. Mi familia vino a verme y me siento como una ganadora. Pido una revancha y aunque la gente de Alí no la quiera, hay que escuchar los deseos del público", expresó la hija de Frazier.
La pelea marcó la primera vez que un combate de mujeres tiene el turno estelar de un programa boxístico en Estados Unidos, y resumió la rivalidada entre ambas familias de pugilistas.
Los padres de Laila y Jacqui se enfrentaron tres veces. Frazier ganó en 1971, Ali se llevó la revancha en 1974 y puso punto final a la controversia un año después cuando noqueó a su rival en Manila, Filipinas.