YOKOHAMA, Japón.- Francia se impuso este domingo 1-0 a Japón en la final de la Copa Confederaciones y sumó otro trofeo internacional a sus anaqueles junto a la Copa Mundial de 1998 y la Europea.
Los franceses logran una tripleta de lujo y se consolidan como el equipo número uno de la clasificación de la FIFA, lugar que les arrebataron hace poco a los brasileños.
"Esta copa entra a la historia de Francia", dijo el entrenador de los campeones, Roger Lemerre.
La victoria fue gracias a un gol de cabeza del volante Patrick Vieira a los 28 minutos.
Japón, que el otro año organizará con Corea del Sur la Copa Mundial, se quedó con las ganas de hacer historia en la Confederaciones, pero su actuación fue impresionante. Lemerre lo ratificó después de la final.
"Japón aprendió rápido", señaló. "Hay que subrayar que había perdido con nosotros 5-0 en marzo".
Francia se presentó más ambicioso a la ofensiva ya que salió con tres delanteros, en tanto Japón, jugando sin su figura Hidetoshi Nakata, puso solamente a uno en punta y optó por recargar el medio campo.
Sin hacer caso al estruendo de casi 80.000 aficionados japoneses, los campeones mundiales pusieron a trabajar temprano al arquero de casa con remates de Sylvain Wiltord y Nicolás Anelka.
Los japoneses intentaron cerrar los espacios a los franceses y lograron complicarles la salida por pasajes. Y a los diez minutos atacaron peligrosamente cuando el volante Shinji Ono desbordó por la izquierda y sirvió un pase que no le pudo pegar bien Hiroaki Morishima que entraba a la carrera.
El fallido intentó causó de todas maneras una ruidosa algarabía de las miles de almas en el estadio internacional de Yokohama.
Francia puso, no obstante, la mejor dosis de buen fútbol, inyectándole rapidez y estética a los pases en el área rival.
A los 17 minutos perdonó a Japón al desperdiciar un gol hecho. El zaguero Cristian Karembeu avanzó endiabladamente por la derecha y enfiló solo al arco, pero titubeó. Pasó la pelota a Steve Marlet, quien también solo remató pero el defensa Naoki Matsuda sacó milagrosamente el balón que iba riendo a la red.
Acto seguido llegó el gol. Vieira envió la pelota a la red con un cabezazo a largo pase del defensa Frank Leboeuf. Todo esto gracias a una mala salida del arquero japonés y a que el zaguero Naoki Matsuda se dejó ganar en el salto con Vieira.
Japón no se amilanó y efectuó algunos ataques, pero sin crear verdadero peligro al arco francés.
Con el marcador adverso, Japón no tuvo otra que poner el pie en el acelerador y el ingreso del volante Atsuhiro Miura le dio más dinámica. Miura se animó enseguida y probó al arquero francés con un remate que no cambió las cosas.
El técnico de Japón, el francés Philippe Troussier, quería mayor ofensiva y envió al campo a otro delantero fresco, Tatsuhiko Kubo, en reemplazo de un volante, pero el ansiado gol de la igualdad nunca llegó.
Fue Francia el que más cerca estuvo de aumentar, pero la buena actuación del arquero Yoshikatsu Kawaguchi neutralizó la amenaza francesa. El japonés sacó dos remates seguidos cuando se jugaban 67 minutos, uno de ellos con veneno de Robert Pires.
Francia creó otra oportunidad poco después en una jugada de contragolpe en que Anelka desde zona francesa habilitó bien a Laurent Robert, quien avanzó solo por la izquierda pero disparó a las nubes ante la salida del portero japonés.
Japón, alentado durante todo el partido con el grito de "Nipón, Nipón, Nipón" desde las graderías, fue incapaz de romper el cerco defensivo francés.
Alineaciones:
FRANCIA: Ulrich Rame; Bixente Lizarazu, Marcel Desailly, Frank Leboeuf, Cristian Karembeu; Patrick Vieira, Youri Djorkaeff (Eric Carriere-65), Robert Pires; Nicolás Anelka, Sylvain Wiltord, Steve Marlet (Laurent Robert-58).
JAPON: Yoshikatsu Kawaguchi; Noaki Matsuda, Ryuzo Morioka, Koji Nakata, Yasuhiro Hato; Junichi Inamoto (Atsuhiro Miura-46), Hiroaki Morishima, Teruyoshi Ito, Kazuyuki Toda, Shinji Ono (Tatsuhiko Kubo-60); Akinori Nishizawa (Masashi Nakayama-74).
Arbitro Ali Mohamed Bujsaim, de Emiratos Arabes Unidos.