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Roma se guardó los abrazos

A ocho minutos del final los romanos derrotaban por 2-1 al Napoli y ganaban el título italiano, pero un tanto de Fabio Pecchia calló al estadio Olímpico y alargó la espera para conocer al nuevo rey del calcio.

10 de Junio de 2001 | 15:57 | EFE
ROMA.- Un tanto de Fabio Pecchia, a tan sólo ocho minutos del final, dio un empate casero al Nápoles frente a la Roma (2-2), que sigue con alguna opción de salvación de su equipo y, al tiempo, evita la celebración anticipada de un equipo romanista que a falta de una jornada se ve ahora en la obligación de ganar al Parma.

La penúltima jornada parecía vital para sentenciar tanto el título como las tres plazas de descenso en busca de propietario. Sin embargo, no ha servido para decidir nada de ello, salvo que el Udinese, con su triunfo en terreno del Atalanta (0-1), ya está a salvo de la pérdida de categoría, y estuvo marcada por los penales (8 señalados y sólo uno fallado).

La lucha por el título mantiene aún con opciones a la Roma, Juventus y Lazio, con neta ventaja para los primeros que sacan dos puntos al equipo juventino, que ganó en Vicenza (0-3) y tres sobre el lacial, que derrotó en casa al Fiorentina (3-0).

Ello gracias a un tanto de Fabio Pecchia (m.82), en saque directo de falta que contó con la colaboración de una barrera que se abrió y de un meta sorprendido cuando el balón se le venía encima. Un gol que congeló tanto a un Roma, que casi celebraba ya el título, como a una afición romanista que, tanto en Nápoles como en las calles romanas, había ya enarbolado sus banderas, bufandas y demás símbolos.

El partido, precedido por incidentes entre ambas aficiones, con heridos, arrestos y cargas policiales, resultó extraño. Tras unos inicios de mando del Roma, a partir de la media hora empezó a decantarse a favor de un Nápoles que pudo haberse adelantado en el minuto 30 en un remate de cabeza de un solitario brasileño Edmundo, que se fue fuera por poco.

En el minuto 37, Nicola Amoruso elevó el ritmo del corazón de sus seguidores al anotar el 1-0, tras un mano a mano con su marcador y rematar raso ante la salida del meta visitante.

El Roma acusó el golpe y pareció perdido. Pero, en un saque de esquina, con despiste defensivo napolitano, su goleador argentino Gabriel Omar Batistuta (m.42) acertó a un metro de la puerta a tocar con el pie derecho el balón y elevó el empate al marcador.

En la segunda mitad, apareció un Nápoles bajo de tono y ello fue aprovechado por un Roma crecido, que se pudo adelantar en una acción de Zago (m.49), pero que situó el 2-1 a su favor con un tanto de Francesco Totti. Un gol protestado por los locales ya que, según se ha comprobado, el romanista tocó el balón con la mano dentro del aérea antes de batir al meta local de disparo cruzado.

La fiesta de la Roma ya se preparaba y más según avanzaban los minutos y su dominio era más acusado. Pero llegó el disparo central de Pecchia, el error de una barrera que se abrió, y el empate que congeló a los romanistas y trajo las esperanzas napolitanas de salvación.

Tras el empate, el técnico Fabio Capello volvió a confiar en su otrora salvador Vincenzo Montella, le metió en el campo y pudo llegar el triunfo, pues el delantero erró una clarísima ocasión, al enviar al cuerpo del meta Mancini (m.89) el balón, en un mano a mano a tres metros uno del otro.

La celebración romanista se ha aplazado y ahora se ve en la obligación de ganar en casa a un Parma que llegará relajado por saberse ya desde hace semanas cuarto clasificado, pero cansado al tener que disputar este miércoles la vuelta de la final de la Copa de Italia, contra el Fiorentina.

El Juventus del "sentenciado" técnico Carlo Ancelotti, pues se asegura que volverá Marcello Lippi, logró un contundente triunfo en Vicenza (0-3) que reduce tanto las opciones de salvación locales como le da a los piamonteses la ilusión de luchar por el título liguero hasta el final.

Un triunfo materializado con goles de Alessandro Del Piero (m.36) y el francés Favid Trezeguet (m.40 y 51). Ahora se sueña con un nuevo "pinchazo" romanista y, cuando menos, esperar un desempate por el título (en Italia, a igualdad final de puntos se juega desempate).

El Lazio, el tercero en discordia, logró el mismo marcador favorable ante un Fiorentina con la mente en la final de la Copa de Italia y en un partido que era la vuelta como técnico de Roberto Mancini ante su ex-afición.

Un autogol de Pierini (m.34) y el argentino Hernán Crespo (m.44) y Paolo Negro (m.55) materializaron el 3-0 de un Lazio que aún espera el "milagro" de entrar en el desempate por el título.

El Milán, en la despedida ante su afición de brasileño Leonardo, cedió un empate ante el Brescia (1-1), pero ya es seguro que jugará la próxima Copa de la UEFA. El español José Mari (m.68), con un gran disparo lejano adelantó a los milanistas, pero Bacchini, dos minutos después, devolvió el empate al marcador.

Dos goles del uruguayo Alvaro Recoba (m.35 de penalti y 67) dieron el triunfo foráneo al Inter de Milán en casa del colista y descendido Bari (1-2), lo que asegura la Copa de la UEFA a los interistas.

En la lucha por eludir el descenso, Reggina y Lecce lograron valiosos empates en terreno del Perugia (1-1) y Bolonia (2-2), respectivamente. En terreno boloñés se señalaron cuatro penaltis, dos por parte, fallando uno el Lecce a dos minutos del final, lo que le hubiera dado un triunfo vital. El Verona ganó en Parma (1-2) y sueña con la permanencia.
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