BUENOS AIRES.- El futbolista argentino Juan Sebastián Verón, de la Lazio, apelará a la justicia laboral si la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) le impone una dura suspensión por el escándalo de los pasaportes falsos.
"Seguramente iremos a la justicia laboral porque un trabajador no puede ser suspendido tanto tiempo", dijo Gustavo Mascardi, representante de Verón, por quien el fiscal de la FIGC pediría el viernes próximo una suspensión de uno a tres años.
Mascardi consideró además "muy sospechoso" el hecho de que los pedidos de sanción formulados esta semana por el fiscal contra otros futbolistas implicados en el escándalo sean muy duros para ellos, pero no para los clubes, que sólo reciben multas y no quita de puntos, como se había especulado.
Tras reiterar que Verón es "totalmente ajeno" al caso, Mascardi, entrevistado hoy por Radio La Red, de Buenos Aires, aclaró que, de todos modos, habrá algunas instancias de apelación al pedido que hará el viernes el fiscal Carlo Porceddu.
Hasta el momento, Porceddu pidió dos años de suspensión para el argentino Gustavo Bartelt (Roma) y para los brasileños Dida (Milan) y Jeda y Dedé (Vicenza), en el marco de un proceso que mañana tratará el caso del uruguayo Alvaro Recoba (Inter) y el viernes concluirá con Verón (Lazio).
Mascardi confirmó además que Manchester United, de Inglaterra, desea comprar a Verón, sin más detalles, pues algunas versiones afirman que la operación quedará frustrada si el jugador argentino recibe más de seis meses de suspensión.
Además de frustrar el pase, una dura sanción podría marginar a Verón del Mundial de 2002, aunque algunos medios italianos especulan que el jugador, tras algunos procesos de apelación, finalmente será suspendido por seis meses.
