SANTIAGO.- Desde la renuncia hasta la expulsión de los jugadores involucrados en la visita a un cabaret barajó el técnico Héctor Pinto como salida al escándalo ocurrido la madrugada del miércoles por ocho integrantes del seleccionado Sub-20.
Si el entrenador ya estaba preocupado por el tema de los premios de la delegación -que a su juicio desconcentraba a los jugadores a cuatro días del debut en el Mundial de Argentina, frente a Ucrania-, lo ocurrido en un local nocturno de Santiago al que asistieron ocho seleccionados terminó por abatir el ánimo de Pinto, quien señaló este jueves que "quise renunciar, lo conversé (con los dirigentes). También hablamos de expulsar a los involucrados, pero al final tomamos la decisión menos mala (mantenerlos en el plantel), porque las otras dos salidas iban a causar un caos en el fútbol chileno".
Este mediodía en la sede del fútbol chileno, Pinto recalcó que la salida es "sólo técnica" y que la situación no la olvida. "Estamos muy dolidos por todo esto. Jamás viví algo así y en un principio me sentí engañados, pero tratamos de estar más calmados para no tomar una determinación fuerte. Espero que esto no nos perjudique".