SANTIAGO.- La Universidad Católica volvió a demostrar esta tarde que está en franco ascenso y derrotó a Concepción por 2-0, en el último partido de Néstor Gorosito como futbolista activo.
El homenaje al mediocampista argentino no sólo estuvo en la cancha, pues un buen marco de público acompañó en San Carlos de Apoquindo el último partido del "10" cruzado. Tanto en el minuto 63', cuando el "Pipo" ingresó a la cancha en reemplazo de Mirosevic, como al finalizar el partido, los aplausos bajaron desde las gradas para él.
Los demás abrazos entre hinchas de la UC se produjeron a los 48 minutos, cuando Mario Núñez abrió la cuenta de cabeza, y a los 77', momento en el que José Luis Díaz marcó el 2-0 que selló el partido al batir a Carlos Navarro Montoya, otro argentino que se despidió esta tarde en la precordillera.
El adiós definitivo
Pero lo que captó mayor atención esta tarde en San Carlos de Apoquindo fue sin duda la despedida de Néstor Gorosito, uno de los grandes ídolos en la historia del club de la franja.
El talentoso volante argentino, nacido el 14 de mayo de 1964 en Buenos Aires, comenzó su exitosa carrera en River Plate, tienda que defendió desde 1983 hasta 1989, fecha en la que llegó por primera vez a San Lorenzo. Luego de una temporada, el "Pipo" partió a Austria donde llegó a ser ídolo jugando para el FC Tirol, equipo en el que permaneció hasta 1991.
Desde Austria viajó de regreso a Argentina para afrontar una de las etapas más exitosas de su carrera con la camiseta de San Lorenzo hasta 1993. El '94 fichó en la Universidad Católica junto a Alberto Acosta, donde pasó a ser uno de los mejores jugadores extranjeros que hayan pasado por las canchas chilenas.
El temerario tándem que construyó junto a su compatriota Acosta en San Lorenzo no sólo también se paseó por Chile con la UC, sino que se extendió por un año más en Japón durante parte de 1996 en el Yokohama Marinos. Después de Japón, regresó una vez más a San Lorenzo el mismo '96, donde permaneció hasta 1999 cuando se cumplió su último viaje como futbolista al regresar a la UC.
Gorosito jugó 129 partidos con la camiseta cruzada en cinco temporadas del Torneo Nacional, donde marcó 16 goles. Su talento se vio reflejado en dos títulos, una Copa Chile (1995) y una Copa Intercontinental (1994), además de la admiración tanto de los fanáticos cruzados como los hinchas del fútbol en general.
