VIGO, España.- El Celta supo sobreponerse al rápido gol del Barcelona y en una segunda parte de fe, arte y buen fútbol consiguió una gran remontada y dar un paso muy importante en sus opciones para estar en la final de la Copa del Rey.
Los locales comenzaron con mucha fuerza, controlando el centro del campo y buscando el área rival. Pero ese ímpetu tuvo un debe importante a la hora de defender por las bandas, donde Simao y Zenden disfrutaron de muchos minutos de bula.
Fruto de esta circunstancia fue el tanto azulgrana, en el que Zenden se escapó con comodidad de un despistado Velasco y centró raso y con intención para que Simao, venido al centro, empalmara con fuerza ante la interpretación de estatua del portero argentino Pablo Cavallero.
El gol frenó la euforia en las gradas, que volvieron a la cruda realidad de enfrentarse a un equipo contra el que esta temporada no han gozado de demasiada suerte.
El Celta comenzó la dura lucha en busca del empate pero los guerreros sobre el campo no eran los adecuados. El anodino Karpin de las últimas jornadas y el maltrecho Gustavo López no fueron los estiletes que necesitaba la capacidad inventiva de Mostovoi.
De esta manera, Catanha quedó huérfano de balones y la defensa flotante de cuatro con apoyos instalada por Carlos Rexach con Cocu de apagafuegos no tuvo demasiados problemas para abortar los vanos intentos célticos.
Pero la fe de los pupilos de Víctor Fernández suplió al buen juego y una falta al borde del área propició un libre directo que el argentino Eduardo Berizzo enganchó con potencia al fondo de la red ayudado por las hábiles maniobras de Giovanella incrustado en la barrera.
Con el gol acabó prácticamente una primera parte anodina pero no falta de ocasiones de gol, ya que Mostovoi y Catanha hicieron trabajar de firme a Reina en dos ocasiones, lo mismo que Simao y Rivaldo a Cavallero poco antes del tanto celeste.
Celta vuelve, pese a las expulsiones
No cabe duda de que el tanto revitalizó el alma de los célticos que salieron reforzados y dispuestos a completar la remontada, logro que al final se vio empañado por el penalti y los incidentes de la expulsión de Velasco que dilataron enormemente el desarrollo del partido.
Nada más retomarse el juego Catanha dispuso de una gran oportunidad pero su fallo no tuvo trascendencia, ya que poco después Mostovoi cabeceó con precisión fuera del alcance de Reina un buen centro de Velasco.
Viéndose superado, el Barcelona intentó arreglar la situación dando entrada a Kluivert, sorprendente inquilino del banquillo, pero la obsesión por Rivaldo se traspasó también a los propios azulgrana que buscaron al brasileño como único remedio.
Con la ventaja, el Celta encontró más huecos y Jesuli firmó otro partido sobresaliente en este final de campaña con un gol de pícaro al rematar con presteza un balón suelto en el borde del área.
Los célticos pudieron marcar más goles si hubieran aprovechado el mal momento del rival, si Catanha hubiera mejorado la puntería o si Ansuátegui se hubiera percatado de una clara falta dentro del área de Reiziger sobre Jesuli.
Pero un error de posicionamiento obligó al argentino Fernando Cáceres a cometer una falta táctica que supuso su segunda amonestación y cambió totalmente el planteamiento vigués de los minutos restantes.
En pleno acoso catalán, Karpin sujetó ligeramente de la camiseta a Rivaldo sin frenarle realmente, pero esta vez el colegiado sí observó la acción y pitó un polémico penalti cuyos prolegómenos provocaron la expulsión de Velasco por una agresión en un error de identidad ya que no fue él, sino Juanfran, el autor de la misma.
Un nuevo golpe de suerte pareció ayudar al Barcelona pero el arquero argentino Pablo Cavallero volvió a agrandar su mito de para penales desviando con seguridad el balón en el lanzamiento de Rivaldo.
Al final, Ansuátegui no quiso más complicaciones y recortó los minutos de prolongación para que el Celta, con dos hombres menos sobre el campo, pudiera respirar y sacar buen rendimiento de la superioridad mostrada sobre el equipo de Rexach.
CELTA: Cavallero; Velasco, Djorovic (Cáceres m.25), Berizzo, Juanfran; Jayo, Giovanella, Karpin, Mostovoi; G. López (Jesuli m.41) y Catanha (Edu m.86).
BARCELONA: Reina; Reiziger, Puyol, De Boer, Sergi; Cocu (Alfonso m.84), Xavi, Gabri, Simao (Guardiola m.83); Zenden (Kluivert m.55) y Rivaldo.
Goles: 0-1 (m.5) Simao; 1-1 (m.45) Berizzo; 2-1 (m.50) Mostovoi; 3-1 (m.70) Jesuli.