WIMBLEDON.- Jennifer Capriati seguirá sin presiones su búsqueda de un Gran Slam en un año de recuperación milagrosa, mientras Pete Sampras desmiente que su intención sea ganar Wimbledon y retirarse. Los estadounidenses serán dos de los principales animadores del tradicional certamen de tenis que comienza mañana.
Capriati practicó el domingo. La otrora niña prodigio, que pareció que se iba para siempre del tenis y que ahora ha regresado triunfalmente, viene de ganar los dos primeros torneos de los cuatro que constituyen lo que se llama el Grand Slam: los abiertos de Australia y de Francia.
Pese a tener una inflamación en una rodilla iniciará su participación como favorita en el certamen femenino de Wimbledon.
"Soy un ejemplo de que nunca es demasiado tarde", comentó.
Las enormes expectativas y presiones hicieron que su carrera se interrumpiera en plena juventud. Ahora, más madura a los 25 años, dice que no tiene más presiones.
"No es problema", afirmó. "No estoy pensando en eso para nada. Sé lo duro que es ganar un Grand Slam. Fui muy afortunada en ganar los dos anteriores".
La norteamericana conquistó su primer título grande con una excepcional actuación en enero en Australia, donde superó en la final nada menos que a Martina Hingis. Menos sorpresivo, pero no menos sólido, fue su triunfo reciente en el abierto francés, donde venció en la final a Kim Clijsters por 12-10 en el set decisivo.
En Wimbledon, Venus Williams defenderá su título y Hingis será la primera cabeza de serie y Lindsay Davenport, campeona en 1999, la número tres. Pero todos coinciden en que Capriati, aun siendo cuarta cabeza de serie, será firme candidata.
El lunes, Capriati abrirá su actuación frente a la venezolana María Vento.
"Jennifer ha tenido un año increíble", comentó Davenport. "Es la jugadora a vencer este año, exclusivamente por sus resultados".
Para Sampras, éste puede ser un año decisivo en momentos en que va en busca de un récord de ocho títulos en Wimbledon y cinco consecutivos, para igualar el récord en tiempos modernos del sueco Bjorn Borg.
Sampras enfrentará el lunes al español Francisco Clavet.
El norteamericano de 29 años está invicto en 28 partidos consecutivos en Wimbledon y, desde 1993, tiene 53 victorias y una sola derrota en las venerables canchas del All England Club.
De todos modos, el perenne campeón de Wimbledon parece más vulnerable este año. "Es hora de que alguien asome la cabeza y le arrebate" el título, comentó su competidor Andre Agasssi.
Sampras, que durante años fue el número uno del mundo, este año no ha llegado a cuartos de final de los dos torneos de Grand Slam, no gana un título desde Wimbledon el año pasado, ni un torneo grande aparte de Wimbledon desde 1997.
A esta etapa de su ilustre carrera, parecería que el único título al alcance de Sampras es precisamente el mayor premio del tenis internacional.
Como muchos jugadores destacados abominan jugar en canchas de césped, la lista de competidores realmente capacitados para ganar es siempre más reducida en Wimbledon que en los demás torneos grandes.
Este año hay quizás seis, que son precisamente los seis primeros preclasificados: No. 1 Sampras, No. 2 Agassi, No. 3 Patrick Rafter, No. 4 Marat Safin, No. 5 Lleyton Hewitt y No. 6 Tim Henman.
