SANTIAGO/BOGOTA.- Aunque las autoridades colombianas encargadas de la seguridad son capaces de ponerse de cabeza con tal de garantizar que "ninguna delegación podrá temer por ningún problema durante la Copa América" -como lo sostiene esta tarde el general Aldemar Bedoya, jefe de logística del certamen, a Radio Universo-, el secuestro de anoche del organizador del torneo, el colombiano Hernán Mejía, y la amenaza de muerte en contra del seleccionado argentino, hecha llegar a la embajada de ese país en Bogotá, obligarán a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) a reunirse extraordinariamente este miércoles en Buenos Aires para analizar el futuro del evento.
El presidente de la Conmebol citará con extremada urgencia al comité ejecutivo del organismo -al cual pertenece el chileno Ricardo Abumohor- para determinar cuál de los tres caminos puede recorrer la Copa América 2001: si se suspende, se cambia de escenario o se mantiene en Colombia.
El secuestro de Mejía, ocurrido en una localidad cercana a San José de Palmar, a unos 400 kilómetros al Oeste de Bogotá, gatilló una nueva amenaza a la seguridad del torneo, garantizada el mes pasado en una reunión extraordinaria de la Conmebol en Asunción a la que asistió el propio Presidente Andrés Pastrana para ratificar que estaba bajo control la serie de atentados callejeros que afectaron a diversas ciudades colombianas.
Mejía, miembro del Comité Ejecutivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol, retornaba de un fin de semana de descanso cuando su auto fue interceptado, según la policía, por sesenta guerrilleros de la cuadrilla "Aurelio Rodríguez", miembros de las ultraizquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El Presidente Pastrana indicó este martes en la capital colombiana que en la región limítrofe entre los departamentos de Risaralda y Chocó, la zona en la que se registró el secuestro, existen organizaciones armadas y que "se le había avisado al doctor Mejía y a otras personas que había preocupación por esa presencia, pero esto no es un secuestro destinado a afectar a la Copa América como se ha querido decir".
Este hecho, sumado a una carta de cuatro carillas enviada a la embajada argentina en Bogotá en la que se amenaza anónimamente a la selección trasandina para que no asista a la competencia, motivaron la junta de urgencia en Buenos Aires, según confirmó esta mañana Néstor Benítez, secretario de prensa de la Conmebol, quien no descartó que el certamen pueda incluso suspenderse.
"Se van a analizar todas las salidas, pero no me pida una conjetura en una situación tan grave", dijo Benítez, audiblemente conmovido.
En caso que la Conmebol resuelva trasladar la sede, durante mayo la federación mexicana de fútbol ofreció las instalaciones de su país para desarrollar el evento, aunque no se confirmó si era necesario modificar la fecha.
El vicepresidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Osvaldo Band, viajará el miércoles a primera hora a Buenos Aires para asistir a la reunión extraordinaria.