KATOWICE, Polonia.- La selección cubana, en un día fatídico, pasó en tan sólo una hora y cuatro minutos de ser líder imbatible del grupo E a quedar eliminada de la XII Liga Mundial, al perder ante Italia por un aplastante 0-3.
Rusia, que en el primer encuentro de esta jornada se había impuesto por 3-1 a Holanda, estaba a la espera del desenlace entre cubanos e italianos. Para acceder a las semifinales, los rusos precisaban la victoria de Italia por 3-0 ó 3-1. Cualquier otro resultado les daría el pasaje de vuelta a casa.
El equipo que dirige Gilberto Herrera no fue, en ningún momento, un digno adversario para los actuales campeones de este torneo. Sin capacidad de reacción, con numerosos errores en el servicio, jugaron siempre a merced del ritmo que marcaban sus rivales.
Andrea Anastasi, responsable técnico del conjunto italiano, otorgó hoy la titularidad a Leondino Giombini y Simone Rosalba, en detrimento de Alberto Cisolla y Christian Casoli, respectivamente.
Giombini, con 14 puntos, se convertiría finalmente en el máximo anotador del encuentro, mientras que Rosalba aportó nueve valiosos tantos. A ellos se unió la calidad del veterano capitán Lorenzo Bernardi, impecable durante los tres sets.
Herrera, por su parte, inició el encuentro con el mismo sexteto que ayer logró batir a los rusos. Sin embargo, el seleccionador caribeño se vio obligado a mover todos sus peones en busca de un sexteto ideal. Jamás lo consiguió porque ninguno de los jugadores le dio una respuesta positiva.
La única renta significativa de los cubanos fueron cuatro puntos (8-4) durante la primera manga. En el resto del encuentro, Cuba ya no volvería a situarse con ventaja.
Un saque de Luigi Mastrangelo, a 111 kilómetros por hora, reveló los síntomas del mal juego cubano y otro de Bernardi (108 k/h) estableció un 16-19. Herrera pidió un tiempo muerto, pero no logró enderezar el mal juego de sus muchachos (17-20, 19-23 y 21-25).
En el segundo set, la selección cubana no mostró ninguna mejoría. Las imprecisiones aumentaron de un modo alarmante e Italia no desperdició la ocasión. Con un desfavorable 7-10, Tomás Aldazábal sustituyó a un desconocido Leonel Marshall. Raúl Diago ocupó la plaza de Alain Roca (9-13).
Cuba llegó a situarse con un sólo punto en contra (12-13), pero inmediatamente su empuje decayó de nuevo y sus adversarios ya no tuvieron compasión (14-17, 16-20 y 17-25).
Los cubanos se hallaban al borde del KO y ahora sólo les quedaban dos salidas: ganar por 3-2 y clasificarse. O, como mal menor, perder por 2-3. Con ese resultado, Rusia, Italia y Cuba quedarían empatadas a puntos y sets. El coeficiente de puntos determinaría los semifinalistas.
Italia le truncó ambas. Tras un punto directo de Simone Rosalba (14-15), quedó patente que la victoria de los campeones del mundo sería aplastante. Mastrangelo, con otro tanto directo, puso el broche final (22-25).