LONDRES.- El estadounidense Pete Sampras las hizo otra vez de mago y escapó de las garras de un jugador británico, el invitado especial Barry Cowan, 201° del mundo, que al amparo de su público forzó al mejor tenista de la historia a cinco sets.
Sampras se colocó en la tercera ronda de este torneo que ha ganado en siete ocasiones con un marcador de 6-3, 6-2, 6-7(5), 4-6 y 6-3, en dos horas y 52 minutos, con lo que su dominio ante los jugadores británicos continúa.
El jugador americano siempre ha sido un auténtico verdugo de las mejores raquetas británicas, venciéndolas hasta hoy siete veces y únicamente cediendo dos sets en esos encuentros. Sampras se enfrentará ahora al armenio Sargis Sargsian, que derrotó al español Tommy Robredo por 6-2, 6-4, 3-6 y 6-1.
Cowan es un modesto jugador que conduce un Ford Fiesta y que vive en casa de sus padres en el barrio de Ormskirk, en Lancashire, y que hasta esta semana nunca había ganado un partido en Wimbledon. Soñaba el británico con destrozar a su ídolo y hasta el último momento no dudó en conseguirlo, pero el ganador de 13 títulos del Grand Slam lo impidió en el quinto set con la maestría que acostumbra, gracias en parte a sus 29 saques directos, por 16 del inglés.
Cowan se ha hecho famoso en Inglaterra, porque además de reunir el típico juego para triunfar en hierba, en los intercambios no duda en colocarse los auriculares de su "discman" para concentrarse. El inglés ecucha el himno del Liverpool, "You'll never walk alone" (Nunca caminarás solo) del grupo Gerry and The Pacemakers, pero hoy no le funcionó como en el partido anterior contra su compatriota Mark Hilton.