BOGOTA/SANTIAGO.- Más allá de la entrega de 242 uniformados de parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC) o el anuncio del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de desestimar el pedido de una tregua unilateral por parte del presidente Andrés Pastrana, el motivo de los cafés y los cigarros después de la comida entre los colombianos es la Copa América o, mejor aún, entender por qué las FARC no han confirmado o no ser el autor del secuestro del dirigente Hernán Mejía, lo que finalmente motivó la suspensión preventiva del torneo continental hasta que el vicepresidente del fútbol colombiano no sea liberado.
Versiones periodísticas aseguran que, como nunca, fue el propio Pastrana el que durante todo el día intentó ubicar a los reporteros para "conversar" sobre el tema, en el que recalcó que propuso a los grupos guerrilleros una tregua "si verdaderamente quieren respaldar un evento de la magnitud de la Copa América".
Este "gesto" no fue aceptado por el ELN, al considerar que se le solicita un alto al fuego unilateral, mientras militares del gobierno seguirán con sus maniobras antiterroristas. El ELN, la segunda fuerza insurgente de Colombia, lleva casi dos meses y medio de conversaciones rotas con Pastrana.
Fuentes ligadas al gobierno, que pidieron reserva, aseguran que el error del Mandatario fue asumir excesivo protagonismo en la génesis del certamen futbolístico. Pastrana viajó personalmente a Asunción el mes pasado para convencer a los diez presidentes de las federaciones de fútbol sudamericano de que Colombia ofrecía la seguridad para organizar "la copa de la paz", como llamó al torneo.
El análisis de esas fuentes sostiene que la guerrilla puede estar mirando el fracaso de la Copa América como una caída personal de Pastrana, lo que desde ya haría añicos la idea de garantizar una tregua. "Si el Presidente tomó la Copa como algo suyo, que fracase es un golpe para él", expresaron las fuentes.
"Nosotros nos comprometimos con la Copa América", fue la única frase escuchada por la radio desde la selvática zona de La Macarena de parte de miembros de las FARC, donde se ultiman los detalles de la devolución de prisioneros.
"No tengo conocimiento sobre sus dudas, trasmitiré su mensaje. Mañana estaremos en la entrega de prisioneros de guerra, el viernes o sabado le escribo", comentó a emol.com la comandante Mariana, miembro del secretariado (gabinete) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas.
A juicio de otras fuentes, puede ser que algún comandante de frente de las FARC -de menor grado que los comandantes mayores- pecó de la escasa información que llega a ciertos sectores de la selva como para desconocer el acuerdo de paz y secuestrar a Mejía.
Lo extraño es que el grupo guerrillero no ha querido hablar del tema, por lo que las especulaciones sólo se basan en que el departamento de Chocó -donde se produjo el plagio- es su zona de influencia.