BUENOS AIRES.- Boca se consagró campeón de la Copa Libertadores por segundo año consecutivo al vencer el jueves 3-1 a Cruz Azul de México en la definición por penales, instancia a la que se llegó ya que ambos ganaron un partido cada uno y por el mismo resultado.
Un sorprendente Cruz Azul venció 1-0 durante los 90 minutos, con gol de Francisco Palencia, pero como perdió también 1-0 en el choque de ida, hubo empate en puntos y en diferencia de goles por el título de campeón se definió en los penales.
Juan Riquelme metió el primer penal para Boca, Palencia igualó para Cruz Azul y el colombiano Mauricio Serna desniveló para los locales. Marcelo Delgado puso el 3-1 para Boca y José Hernández tiro el suyo arriba del travesaño.
Otro colombiano, Jorge Bermúdez, estrelló su disparo en el travesaño y el brasileño Julio César Pinheiros tiró la pelota afuera, por lo que Boca vencó 3-1 para lograr su segundo campeonato seguido.
El chileno Pablo Galdames jugó los 90' y fue elegido el mejor jugador del partido por la cadena televisiva PSN.
Lejos del certificado de solidez que suele exhibir Boca, el partido fue en líneas generales favorable al planteo táctico de Cruz Azul, que sin embargo empezó pasando sofocones: Juan Riquelme gambeteó a tres defensores y cuando parecía que iba definir metió un fallido pase a Marcelo Delgado.
Fue a partir de entonces que Cruz Azul salió como impulsado por un resorte y de inmediato un centro de Norberto Angeles fue cabeceado por Julio Pinheiros, generando la primer gran atajada de Córdoba.
A partir de entonces, el colombiano se fue erigiendo en el salvador de Boca, que solo generaba fútbol cuando la tenía el hábil Juan Riquelme.
Antes del gol de Palencia, Cruz Azul tuvo otras oportunidades con un tiro de Campos en el palo y con un remate del paraguayo José Cardozo, tras pase de Palencia, y que otra vez conjuró Córdoba.
El primer tiempo estuvo suspendido durante ocho minutos por gases lacrimógenos que hicieron efecto visible en los jugadores y que penetraron en la cancha por el viento, ya que habían sido arrojados por la policía en incidentes con hinchas que estaban afuera de un desbordante estadio con unas 60.000 personas.
Boca salió más decidido en el complemento, pero sin dejar de lado sus imperfecciones, que estuvieron a punto de costarle un segundo gol en contra cuando un tiro libre de Pinheiros pegó en un palo.
Con abundante marca en el medio, y con los mexicanos replegados, Boca estuvo a punto de empatar a los 76 minutos cuando un disparo de Cristián Traverso se estrelló en el madero.
Y casi sobre la hora, un tiro a quemarropa de Delgado fue detenido por Pérez, salvando a su equipo y llevando a los penales la definición del partido.