LONDRES.- No hubo héroe británico ni partido para la historia. Tim Henman cayó en su tercer día de agonía ante Goran Ivanisevic y será el croata el que dispute la final de Wimbledon, la cuarta de su carrera, contra el australiano Patrick Rafter.
Después de tres días de espera debido a la lluvia, el partido que conmocionó a todo el Reino Unido logró acabarse. Pero en él triunfó Ivanisevic, el primer invitado especial de la historia que logra la final de un Grand Slam, por 7-5, 6-7 (6-8), 0-6, 7-6 (7-5) y 6-3, después de sólo 14 minutos hoy y un total de tres horas y tres minutos.
Será la final, que comenzará a las 11.00 horas GMT de mañana lunes, la segunda de la historia del torneo en la que se disputa en el día catorce de competiciones. En 1988, el sueco Stefan Edberg logró completar un lunes su victoria ante el alemán Boris Becker.
En ese casi cuarto de hora, Henman tuvo la oportunidad de convertirse en el gran león inglés y acabar de una vez por todas con su leyenda de jugador con poco carisma. "Es un perdedor, y cuando gana es un error genético", escribió recientemente un periodista local en su columna de opinión.
Henman estuvo a punto convertirse en el primer británico que alcanzaba la final de Wimbledon desde hace 63 años cuando Henry "Bunny" Austin lo logró, y aspiraba a ser el nuevo campeón inglés desde que Fred Perry alzó por última vez la copa hace 65 años.
El de Oxford había estado a cuatro puntos de conseguir la victoria el sábado, cuando dominó el desempate del cuarto set por 3-1, pero en la reanudación de hoy una combinación de sus errores con la volea y el buen resto de Goran Ivanisevic acabaron con él.
Henman sólo pudo ganar un juego, el sexto, y perdió su saque en el octavo cuando Ivanisevic aprovechó la séptima doble falta del inglés para presionarle y romperle. Luego, el croata se puso nervioso a la hora de concretar con su servicio en la que es por el momento la victoria más importante de su carrera.
En el primer "match point", Ivanisevic cometió doble falta, pero luego enmendó su error con un nuevo "ace", el 36 de su cuenta, con un segundo servicio a sólo 157 kilómetros por hora. En la segunda oportunidad no falló y aprovechó el error de su rival para levantar los brazos y explotar de alegría. Como en días anteriores, acabó subido a dos sillas con los brazos abiertos.
"Es el destino", dijo Ivanisevic. "Creo que Dios quería que ganase", añadió el de Split, que en su cuarta final de Wimbledon se enfrentará con Patrick Rafter. El australiano había ganado antes al estadounidense Andre Agassi en cinco sets.
Rafter e Ivanisevic se han enfrentado en tres ocasiones con 2-1 para el "aussie", aunque en la primera de ellas, en Wimbledon hace cinco años en octavos, venció el croata por 7-6, 4-6, 7-6 y 6-1.
Ivanisevic cayó derrotado en las tres finales en las que participó, 1992 ante Andre Agassi, y 1994 y 1998 contra Pete Sampras. El ganador recibirá un premio de 736.800 dólares.