LIMA.- Los jugadores de la selección de Perú han pedido un seguro de vida que les proteja durante la Copa América que comenzará la próxima semana, en Colombia, informó hoy, domingo, el capitán del equipo, Roberto "Chorrillano" Palacios.
En rueda de prensa, Palacios dijo que él ha informado de la petición del equipo al técnico, Julio César Uribe, y que éste cumplió con comunicársela a los directivos de la Federación Peruana de Fútbol (FPF).
"Hemos pedido que la Federación nos garantice que se tomarán las medidas necesarias para salvaguardar la seguridad del equipo en Colombia, y esto incluye un seguro no solo para las lesiones, sino también de vida", afirmó.
Palacios dijo que los jugadores peruanos están preocupados por el clima de violencia que existe en Colombia y advirtió que si se producen hechos violentos en Cali, la sede donde jugará Perú, "seré el primero en regresarme".
"No podemos arriesgarnos porque nuestras familias dependen de nosotros y, en mi caso, por ejemplo, mis padres y mi esposa me pidieron que no viaje", agregó.
El capitán del seleccionado peruano también señaló que "toda la violencia que hay allá distrae, y en el entrenamiento estás pensando en lo que puede suceder cerca de tí".
"Ojalá que cuando lleguemos las cosas estén en calma, para que podamos concentrarnos en el torneo", añadió.
Mientras, el presidente de la comisión de la FPF encargada del seleccionado, Lánder Alemán, informó de que "se han iniciado las coordinaciones necesarias para ampliar el seguro de los jugadores, así como del técnico y del resto de la delegación".
También informó que desde el sábado se encuentra en Cali el jefe de seguridad del equipo, José Luis Sanguinetti, para verificar la seguridad que tendrá Perú en el hotel donde se hospedará y en los campos en los que se entrenará.
Finalmente, Alemán informó de que la selección peruana ha adelantado su viaje a Colombia para mañana lunes, en vez del martes, tal como había sido planeado.
La violencia política que vive Colombia, que se agravó en las últimas semanas, ha causado la deserción de Argentina y Canadá, a la que puede sumarse la de Uruguay, y la negativa de varios clubes europeos a ceder a sus estrellas sudamericanas.