SPLIT, Croacia.- Split, la segunda ciudad de Croacia en número de habitantes, recibió como un héroe al tenista local Goran Ivanisevic, que volvió este martes para celebrar su triunfo en el torneo de Wimbledon.
Mucho antes de la llegada del campeón, unas 150.000 personas en pleno júbilo se habían concentrado en el puerto de Split para aclamar al jugador, bautizado por los comentaristas deportivos como "el Dios del tenis".
Recibido al descender del avión por los miembros de su familia y por la madre del difunto jugador de baloncesto Drazen Petrovic, al que el tenista había dedicado su victoria, Goran Ivanisevic se embarcó en un catamarán para llegar al puerto donde lo esperaban sus seguidores.
"Ayer (lunes, cuando derrotó en la final al australiano Patrick Rafter por 6-3, 3-6, 6-3, 2-6 y 9-7) fue el día más grande de mi vida y hoy continúa", declaró el tenista momentos después de aterrizar.
Algunos 'fans' lucían una camiseta en la que se leía: "Goran, el genio". La bandera croata, omnipresente, fue desplegada por un helicóptero que sobrevolaba el puerto.
Siguiendo las consignas del alcalde, el puerto fue invadido por una enorme flota de pequeñas embarcaciones que dieron más color, si cabe, a la fiesta.
En el escenario montado para la ocasión, una pancarta afirmaba en grandes letras: "Goran, Split te ama".
La fiesta se prolongó hasta entrada la noche, con saltos de paracaidistas y fuegos artificiales. Ivanisevic informó que esperaba acabar la noche en una discoteca con sus mejores amigos y los futbolistas de un club local.