PONTARLIER, Francia.- El holandés Erik Dekker, del Rabobank, remató una escapada compartida de 217 kilómetros y se impuso en la octava etapa del Tour con final en Pontarlier, en la que el español Aitor González, del Kelme, entró segundo después de luchar en un cuarteto en el que el equipo del vencedor llevaba dos hombres.
Dekker entró con un tiempo de 4h.59:18 después de cubrir los 222 kilómetros que separaban Colmar de Pontarlier, el mismo que González y el holandés del Domo Servais Knaven, quien pareció trabajar para el triunfo de su compatriota a pesar de llevar una camiseta diferente. Cuarto fue el belga Marc Wauters, también del Rabobank.
Mientras Dekker, de 31 años, disfrutaba su cuarta victoria en el Tour, el australiano Stuart O'Grady devolvía al Credit Agricole el maillot amarillo, ya que se metió entre los 14 corredores de la gran escapada y cedió solo en el último tramo de la carrera, pero con una renta suficiente para asegurar la primera plaza de la general.
El grupo perseguidor entró con 2.35 minutos de retraso respecto al primer cuarteto y el pelotón, en una jornada de descanso y recreo, lo hizo a cerca de 36 minutos, diferencia histórica en el Tour.
La general quedó encabezada por O'Grady, con el francés Francois Simon (Bonjour) ahora segundo a 4.32 y el holandés Bram De Groot (Rabobank) tercero a 21.16, distancias que dan una idea de hasta que punto el pelotón fue permisivo con la escapada del siglo.
La jornada se abrió con un comunicado del equipo Euskadi por la exclusión de Txema del Olmo debido a la detección "de valores anormales" en la prueba de orina anterior al prólogo. El joven italiano Ivan Basso se unía al grupo de las bajas por una fractura de clavícula, por lo que salieron 176 corredores.
El español Aitor González (Kelme) fue uno de los instigadores en la fuga del día y casi del siglo, en esta ocasión numerosa, con 14 corredores de 11 equipos diferentes. La lluvia y la pereza del pelotón permitió que la ventaja de los escapados llegase hasta los 32.50 minutos en el kilómetro 132, cifra que obligó a mirar el libro de los récords en del Tour, donde aparecía un español llamado José Luis Viejo que en 1976 ganó tras un paseo en solitario de 160 kilómetros y ventaja de 22.50 en meta.
Entre los aventureros se encontraban además los franceses Chanteur, Turpin, Simon y Durand, el italiano Loda, los belgas Wauters y Dierckxsens, el australiano O'Grady, los holandeses De Groot, Knaven y Dekker, el kazajo Kivilev y el alemán Teutenberg. En el grupo se había decretado día de descanso y nadie tomó el menor interés en acelerar el ritmo.
O'Grady era el mejor clasificado, tercero a 4.03 minutos, por lo que la etapa fue un camino de rosas para el Credit Agricole, que solo tuvo que cambiar el maillot amarillo del alemán Jens Voigt al australiano, ya familiarizado con la prenda. El resto de los equipos no representados en la fuga evitaron malgastar fuerzas ante la inminente llegada de los Alpes.
Dekker y su compatriota y amigo Knaven saltaron a falta de 25 kilómetros para meta, dos rodadores de postín que apuntaban serias posibilidades de victoria. Por detrás solo se movieron González y Wauters, éste mala compañía para el español al ser compañero de Dekker. El guipuzcoano, en inferioridad, lo intentó hasta el último metro, pero los holandeses habían hecho ya sus planes.
Dekker, ganador el año pasado en Villeneuve sur Lot, Revel y Lausana y de la última Amstel Gold Race, prueba de la Copa del Mundo, derrochó oficio y calidad para apuntarse su cuarta victoria en el Tour de Francia.
El Tour dará un paso más hacia los Alpes con la disputa de la novena etapa entre Pontarlier y Aix les Bains, de 185 kilómetros de recorrido y con dos cotas de tercera categoría y una de cuarta. Será el aperitivo antes de afrontar la primera gran etapa de montaña con final en Alpe D'Huez.
