HOCKENHEIM, Alemania.- El Gran Premio de Alemania de la Fórmula Uno quedó en casa después de que uno de los ídolos locales, Ralf Schumacher, lo ganó al volante de su Williams en una accidentada carrera que terminó con el retiro de 12 competidores.
Entre los pilotos que abandonaron por problemas mecánicos figura el corredor de Ferrari Michael Schumacher, hermano mayor del campeón, que aspiraba a conseguir su victoria número 51 para igualar el récord del francés Alain Prost.
La jornada terminó con sabor agridulce para la familia Schumacher y sus miles de seguidores, que fueron a alentarlos con la esperanza de verlos llegar primero a la meta.
El brasileño Rubens Barrichello, segundo piloto de Ferrari, terminó segundo, seguido del canadiense Jacques Villeneuve, del equipo BAR, en medio de sofocantes temperaturas.
Sólo 10 de los 22 coches que partieron lograron completar la carrera, lo que permitió a varios corredores no favoritos alcanzar puntaje para la clasificación de conductores.
El italiano Giancarlo Fisichella de Benetton se ubicó en cuarto lugar por delante de su compañero de equipo, el británico Jenson Button. El quinto puesto fue para Jean Alessi, de la escudería Prost.
Es la tercera victoria de la temporada para Ralf Schumacher, quien completó las 45 vueltas al circuito de Hockenheim en una hora 18 minutos y 178 segundos, a un promedio de velocidad superior a los 235 kilómetros por hora.
Asimismo, es la primera que logra en su tierra natal y la primera también para Williams en la pista alemana desde que el británico Damon Hill lo logró en 1996. El triunfo coloca a Ralf Schumacher en el tercer lugar de la clasificación, a sólo seis puntos del escocés David Coulthard.
"Siempre tuve un poco de mala suerte en esta pista. Ganar una carrera en Alemania me produce una gran alegría", dijo.
A pesar del retiro, Michael Schumacher aún se mantiene de líder en la clasificación general, con 37 puntos de ventaja sobre Coulthard, quien también tuvo que abandonar por problemas con su Mclaren.
Ninguno de los dos alcanzó puntaje, por lo que el ranking se mantiene para ellos igual que antes de empezar la carrera.
El revés del popular "Schumi" no merma sus posibilidades de ganar su cuarto título mundial, teniendo en cuenta que aún faltan cinco carreras para terminar la temporada, es decir, 50 puntos por disputarse.
Sin embargo, el abandono fue sólo uno de varios incidentes que padeció desde el principio, cuando el Prost del brasileño Luciano Burti lo chocó por detrás en la grilla de partida. Tras el impacto, retiró su coche del medio de la pista para evitar que lo impactaran los otros vehículos.
Pero el Prost de Burti voló por el aire y fue a parar a la zona de arena. Schumacher llegó hasta allí para ver en qué estado se encontraba su colega y ambos se retiraron ilesos.
El alemán regreso a boxes creyendo que todo había terminado, pero al ver que los jueces ordenaron una nueva partida aceleró el paso y volvió al volante de su Ferrari.
Pero en la vuelta 23, después de haber entrado a boxes 10 segundos, su monoplaza no avanzaba y fue entonces cuando salió del auto, se quitó el casco lentamente y aplaudió a algunos de los 100.000 aficionados que lo alentaban y quemaban pólvora cada vez que culminaba una vuelta.
El colombiano Juan Pablo Montoya, que partió primero en un Williams tras ganar su primera "pole position", iba de líder hasta la vuelta 21, cuando entró a boxes. Sus mecánicos tuvieron problemas con una manguera de combustible, prolongando la escala a casi 30 segundos y poniendo en riesgo sus posibilidades de triunfo.
El sudamericano regresó a la pista en cuarto lugar, pero en la vuelta 26 fundió el motor y también los sueños de ganar su primer Gran Premio como novato de la Fórmula Uno. El único consuelo que se llevó Montoya fue el haber registrado el tiempo más rápido de vuelta, con un minuto 41.808 segundos.
El mismo problema de motor del piloto latinoamericano le había ocurrido momentos antes a Coulthard en la curva Jim Clark, su ídolo de la niñez, quien murió en el circuito alemán en 1968.