BUENOS AIRES.- Los capitanes de los clubes de las tres divisiones principales del fútbol argentino se reunirán mañana para decidir si levantan o no la huelga que paraliza desde hace dos semanas el inicio del Torneo Apertura.
El presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, ofreció a Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) un pago inmediato de 3.850.000 dólares y dos cheques por 1.075.000 con vencimiento el 30 de agosto y el 30 de setiembre.
Ese dinero saldaría apenas el 35 por ciento de la deuda total de 46 millones de dólares y que la AFA, en realidad, se había comprometido a abonar a fines de julio, un incumplimiento que provocó la huelga de los jugadores.
Los 18 millones de dólares que conforman el 65 por ciento restante de la deuda, se irían saldando a partir de octubre en 18 cuotas mensuales de un millón de dólares cada una, según el compromiso asumido por la AFA y que tendrá como garante a un banco de plaza.
Los últimos sondeos realizados entre los jugadores indican que avanzó la idea de aceptar el nuevo plan de pagos, pero serán los capitanes, de acuerdo con el mandato de los respectivos planteles, los que definirán mañana la situación.
La sensación generalizada es que la AFA no puede mejorar la oferta, por lo cual una postura inflexible de los jugadores llevaría a un callejón sin salida, según informa hoy la agencia local DyN.
El viernes pasado, un sondeo difundido por la agencia Télam indicaba que los jugadores eran reacios a aceptar la oferta de la AFA, en medio de rumores de un agravamiento profundo del conflicto.
En principio, los futbolistas de Rosario Central, San Lorenzo de Almagro y Vélez Sarsfield, que se cuentan entre quienes tienen mayores créditos, se muestran como los más intransigentes.
Carlos Pandolfi, uno de los principales dirigentes de FAA, manifestó que "nos piden flexibilidad, pero nadie sabe que hicimos cosas que no nos corresponden, como ir a bancos a realizar trámites que deberían haber hecho los dirigentes. Más no nos pueden pedir".
Si FAA decide mantener la huelga, se plegarán a la medida los jugadores de Primera B Metropolitana, cuyo torneo sí había comenzado debido a que sus jugadores, los de menores ganancias, recibieron los primeros pagos de la deuda.
"La pelota la tiene Agremiados. Ellos tienen que decidir si vuelve o no el fútbol, ya que nosotros no podemos mejorar la oferta", dijo José Luis Meiszner, uno de los principales negociadores del conflicto por el lado de los dirigentes.