ZURICH.- La ciudad suiza de Zürich servirá mañana para revivir varios de los duelos más interesantes del reciente Mundial de Atletismo de Edmonton, pero sin olvidar que la lucha por los 50 kilos de oro en la serie de atletismo "Golden League" entra ahora en su fase decisiva.
En la víspera de la 51a edición de la reunión internacional de Zürich, trece atletas tienen aún posibilidades de ganar el gran premio, después de que el campeón mundial de los 100 metros lisos, el estadounidense Maurice Greene, y el lanzador de martillo griego Konstantinos Gatsioudis renunciasen a participar por estar lesionados.
Se precisan cinco victorias (en un total de siete reuniones) para entrar en el reparto del oro, valorado en alrededor de medio millón de dólares.
La única que ya antes de las dos estaciones finales, Bruselas (24 de agosto) y Berlín (31 de agosto), podría asegurarse en Zürich entrar en el reparto es la subcampeona mundial de los 1.500 metros, la rumana Violeta Szekely, que suma ya cuatro victorias.
Los organizadores, con un presupuesto de casi 3,7 millones de dólares, atrajeron a Zúrich a 16 campeones mundiales de Edmonton, 21 medallas de oro olímpicas y 11 campeones mundiales en sala de Lisboa.
A excepción de Greene y el saltador de pértiga Dimitri Markov, de Australia, en las 20 competiciones se presentan todos los flamantes campeones de Edmonton dispuestos a dar la revancha a sus rivales. El velocista estadounidense Tim Montgomery, subcampeón del mundo, se siente tan en forma que no se ha recatado en pronosticar a los cuatro vientos un nuevo récord mundial de los 100 metros.
Dada la gran calidad de los participantes, las competiciones serán incluso más fuertes que las finales del mundial. En los 800 metros se aguarda con gran expectación la primera actuación en casa de su héroe mundialista, Andre Bucher. "Voy a ser el perseguido, todos querrán batir al campeón del mundo", dijo el corredor suizo.
El marroquí Hicham El Guerrouj, quien en Edmonton ganó su tercer título en 1.500 metros, anunció para Zürich su debut en los 5.000 metros y prometió un tiempo alrededor de 12:45 minutos.
En la pista del estadio Lentzingrund de Zürich, considerada muy rápida, se batieron desde 1959 veintitrés récords mundiales, el último a cargo del etiope Haile Gebrselassie en 5.000 metros con un tiempo de 12:41,86 minutos, el 13 de agosto de 1997.