SANTIAGO.- Fue enfático. Pedro García dijo que él no se convertirá en la piedra de tope que obstaculice el trabajo y desarrollo de la selección chilena e insistió esta tarde que si algún dirigente de la ANFP se lo plantea, él está dispuesto a renunciar al cargo sin hacer efectiva la cláusula que estipula su contrato respecto de las indemnizaciones que deben "correr" en caso de cesar su contrato al mando de la "Roja".
Con la tranquilidad que da el paso de las horas, García citó a la prensa para contestar, con la amabilidad que le ha sido habitual desde que asumió el cargo en marzo pasado, los cuestionamientos que surgieron en su contra tras el magro empate con Bolivia y que lo transformaron en el técnico del combinado nacional con menor rendimiento en la historia, al alcanzar sólo un 25% (7 derrotas, 1 empate y 2 triunfos) en 10 encuentros en el banco chileno.
Aún con estos antecedentes sobre la mesa y advirtiendo que sus declaraciones no son excusas ni quejas al respecto, el entrenador exigió mayor objetividad cuando se intente analizar el porqué de las malas actuaciones de la selección nacional.
"Es muy fácil decir que se perdió porque se jugó mal", apuntó García, y agregó que "sólo se analizan los resultados puntuales y no los hechos de fondo". Hechos de fondo que a juicio del técnico tienen más que ver con la forma de cómo se trabaja en el fútbol infantil y de la pésima estructuración del fútbol nacional. Pero además por las constantes deserciones de los jugadores, las lesiones de los mismos y a la imposibilidad de poder contar con el grupo que él desea para poder desarrollar la idea de fútbol que tiene en mente.
Quizás por tener la conciencia de que estos resultados se pueden cambiar con un trabajo a largo plazo que reemplace la forma de estructurar la actividad, García presentará en noviembre próximo su plan para el fútbol nacional. "Si veo que existen las intenciones y el consenso que se requiere de los presidentes de clubes para reformar la estructura de la Dirección Técnica Nacional, entonces me haré cargo de ello", dijo Pedro García, pero apuntó que de lo contrario dejará el puesto tal como lo estipula su contrato, que lo liga a la ANFP hasta el 31 de diciembre.
Insistiendo en las declaraciones que vertiera acerca de que había sido un error asumir la selección chilena en las condiciones en que se hizo cargo, García emplazó a aquellas personas, periodistas y técnicos principalmente, a que propongan soluciones rápidas si consideran que los resultados conseguidos durante su incursión en la "Roja" pasan sólo por la aptitud o ineptitud del entrenador. "No estoy ni con la ambición ni con el deseo de apernarme en la selección. Si hay otro técnico que ofrezca una línea de juego, que el equipo guste y resultados positivos, yo encantado de dar un paso al lado", emplazó Pedro García a su colega de Santiago Wanderers, Jorge Garcés, quien criticó sus decisiones técnicas tras el empate del martes como local frente a Bolivia.
Por último, y consultado sobre la reacción airada que tuvo el martes cuando se le planteó que su período a cargo de la selección podría calificarse como fracaso y por el temor que existe en los entrenadores nacionales cuando se los lleva a ese ámbito, García dijo que "no lo considero fracaso porque ese término no está en mi léxico", apuntando a renglón seguido que esa palabra podría usarse sólo cuando un proceso con objetivos claros desde un principio no dio resultados, situación que no es la de esta selección, de la que hizo cargo cuando ya estaba casi eliminada del Mundial Corea-Japón 2002.