ROMA.- Con el adelanto entre Bolonia y Atalanta, mañana por la noche, se pondrá en marcha la nueva edición del campeonato de Primera División de la Liga Italiana de fútbol, con cinco equipos favoritos al Scudetto: Roma, actual campeón, Lazio, Milán, Inter y Juventus.
Han quedado atrás los tiempos en que la geografía futbolística italiana tenía una extensión más horizontal, mostrando a otros clubes, como Parma, Fiorentina y Nápoli, en condiciones de participar en la lucha por la obtención del título final.
Ahora queda en pie el choque bipolar entre Roma, con AS Roma y Lazio como representantes, y el eje Milán-Turín, cuyas tres escuadras (Milán, Inter y Juventus) están tratando de recuperar la hegemonía que hasta años atrás ejercían de manera indiscutida.
En efecto, las posibilidades de Parma son escasas, ya que en su fugaz participación en la Liga de Campeones se vieron claramente los límites técnicos de su plantel pese a haber invertido 130 millones de dólares.
Por su parte, Fiorentina está a un paso de la quiebra y Nápoli volvió a descender, sumiendo al club en la nostalgia por los tiempos de Diego Armando Maradona y Careca.
El campeonato italiano ofrece también novedades tácticas, como el retorno de moda del "enganche" o volante ofensivo detrás de las dos puntas y la difusión cada vez más generalizada de retaguardias integradas con solo tres defensores, mientras resultan fortalecidos numéricamente los centros del campo con cinco integrantes.
Este esquema (3-4-1-2) es adoptado por Roma, Lazio y Juventus (es una incógnita qué hará Parma en el futuro) con Francesco Totti en Roma, Stefano Fiore sustituyendo en Lazio al argentino Juan Sebastián Verón, y Alejandro del Piero, nuevamente como volante de ataque tras el arribo del chileno Marcelo Salas a Juventus.
Aferrados al tradicional esquema del 4-4-2 han quedado los dos técnicos extranjeros recién llegados, el argentino Héctor Cúper y el turco Fatih Terim, quienes tienen frente a sí la improba tarea de reconstruir de cero a Inter y Milan respectivamente, dos equipos que en la pasada temporada estuvieron a un paso de la disgregación.
Para ello, y mientras espera el retorno del brasileño Ronaldo, Inter privilegió la estructuración de un sólido bloque defensivo, según la filosofía futbolística de Cuper, mientras que Milan puso a disposición del ex técnico de Galatasaray estrellas de nivel como el portugués Rui Costa y Filippo Inzaghi, capaces de hacer la diferencia.
También a la incorporación de grandes figuras (el arquero Gianluigi Buffon, Pavel Nedved y el citado Salas) apuntó Juventus, que debe compensar la pérdida de Zinedine Zidane, mientras Lazio espera hacer olvidar a Verón con el español Gaizka Mendieta (ex Valencia) y Roma ha mantenido su plantel del campeonato pasado, con la incorporación del juvenil Antonio Cassano.
Contrariamente a lo que sucedía en años anteriores, es altamente improbable que algún otro equipo se incorpore a la lista de candidatos al título. Ello debido a que los clubes de menores recursos se han limitado a promover figuras jóvenes o a comprar extranjeros de dudosas posibilidades de éxito, provenientes incluso de países futbolísticamente exóticos como Irán, Honduras, Trinidad Tobago y Australia.
Las grandes estrellas serán, con toda seguridad, las mismas del campeonato pasado (Gabriel Batistuta, Hernán Crespo, Andrei Shevchenko, Christian Vieri, los citados Del Piero y Ronaldo, si regresa en plenitud), en un fútbol que sentirá la ausencia de grandes emigrados como Verón y Zidane, que siguen sus carreras futbolísticas en otras latitudes.