NUEVA YORK.- La tenista suiza Martina Hingis puede ser acusada al menos moralmente de ser racista luego de asegurar a la revista "Time" que a las hermanas Serena y Venus Williams "las favorece el hecho de ser negras".
Hingis afirma que "muchas veces (las hermanas Williams) consiguen patrocinadores porque son negras. Han tenido muchas ventajas porque siempre pueden decir: 'Es racismo'. Siempre pueden volverse y decir: 'Las cosas suceden porque somos de este color'".
Ante la reacción que produjeron sus declaraciones en Estados Unidos, la suiza se vio obligada a defenderse, aunque mantuvo un matiz desafiante. "Lo siento si herí la sensibilidad de alguien, pero en aquel momento era lo que quería decir", aseguró.
La también estadounidense Lindsay Davenport, rival deportiva de Hingis y las Williams, entró con tono entre mediador y encendedor en la disputa. En primer lugar, Davenport precisó que "las declaraciones son de hace unos seis meses".
La estadounidense recordó que las Williams son las primeras en procurarse protagonismo, empezando por el "jefe del clan", Richard Williams. "No puedo imaginarme a mi padre bailando en las gradas", recuerda Davenport el espectáculo habitual de Richard Williams tras las victorias de sus hijas.