NUEVA YORK.- Tras los primeros cinco juegos, todos pensaron que el lunes habría una nueva tenista instalada en la cima de la WTA. Jennifer Capriati superaba en ese momento por 4-1 a Venus Williams y su juego -a lo que se sumaban los errores de su rival- parecía lo suficientemente sólido como para quedarse con el triunfo y acceder al primer lugar del ránking luego de la victoria de Serena Williams sobre la suiza Martina Hingis.
Pero la mayor de las hermanas Williams dio vuelta el partido, cometió menos errores no forzados (en el partido llegó a 46, contra 32 de Capriati) y comenzó a colocar puntos ganadores (21 contra 4). El resultado: Venus se quedó con el derecho de disputar la final tras imponerse por 6-4 y 6-2, tras una hora y 22 minutos de juego.
La otra clave importante estuvo en el servicio: la morena jugadora ganó el 70 por ciento de los puntos con su primer servicio, contra el 56% de su oponente. También colocó tres aces.
La victoria de Venus permitirá que Hingis se mantenga como la número úno del mundo, al menos en la teoría, pero posibilitará por primera vez una final entre hermanas en el US Open y la primera en un Grand Slam desde que Maud y Lilian Watson lo hicieron en 1884, en Wimbledon.