SAO PAULO.- El último balón que pateó Pelé en su despedida oficial con el Santos hace 26 años será rematado para recaudar fondos, que serán destinados a obras sociales de una iglesia, anunció el ex portero Moacir Genuario, quien contó cómo guardó por tanto tiempo ese "trofeo".
Durante la subasta se espera una recaudación de por lo menos 1 millón de reales (400.000 dólares), que serán destinados a obras sociales de la iglesia evangélica Paz y Vida de Mogi Mirim, en el estado (provincia) de San Pablo.
El 2 de octubre de 1974 Pelé jugó su último partido con la camiseta del Santos antes de incorporarse al Cosmos de Nueva York. Santos enfrentó al Ponte Preta en el estadio de la Villa Belmiro y Moacir Genuario era el portero suplente del rival.
Cuando el partido estaba por finalizar, relata el ex portero, la pelota llegó al sector de la banca de reservas y decidió cambiarla en ese instante por otra que llevaba en su maleta. Era la época en que cada equipo debía llevar un balón, se sorteaba con cuál debía jugarse y en caso de que se reventara, era reemplazado por el otro.
La reliquia de Moacir Genuario es de la marca Olimpia, de cuero, cosida a mano, y sólo le falta la firma de Pelé para que se valorice mucho más, dice el ex portero.
Durante los 26 años y 11 meses que la mantuvo guardada y en secreto, ni siquiera permitió a sus hijos que jugasen con ella. "Confío que esta bola nos va a permitir hacer las obras programadas por Dios", dice en alusión al proyecto de crear un centro asistencial para niños pobres, enfermos y con el vicio de las drogas.
Pelé jugó en el Santos desde el inicio de su carrera futbolística en 1956, hasta ese 2 de octubre de 1974 en la Villa Belmiro.
El secreto del último balón con el que jugó en canchas brasileñas, ni siquiera era conocido por Pelé y fue revelado hoy por el diario Lance, especializado en fútbol.