ZARAGOZA.- Igor González, del equipo ONCE Eroski, arrancó a un kilómetro del final de la novena etapa de la Vuelta disputada entre Logroño y Zaragoza para adjudicarse en solitario una victoria que en principio estaba reservada para los esprinters y que acabó con un promedio de 55,176 kilómetros/hora, el más alto de la historia en la ronda española y Joseba Beloki un día más de maillot oro.
González, de 28 años, pidió permiso a su director para saltar al final una vez cumplido el trabajo respecto a su compañero líder. Saiz le dio el sí y desplegó un alarde impresionante de fuerza que le permitió ganar con un tiempo de 3h.14.52. El vitoriano pasaba a la historia porque se acababa de anotar la etapa más veloz en la historia de la Vuelta.
Se montaba el segundo día de fiesta en el ONCE en víspera de la jornada de descanso. Además, el vencedor en Zaragoza se encargó de recordar que tiene otro récord simbólico: se puso el primer maillot oro de la Vuelta tras ganar el prólogo que inauguraba dicha prenda en 1999.
El vencedor dio tiempo a un grupo de 40 corredores en el que sólo faltaba de los favoritos para la general el madrileño David Plaza, de Festina, que llegó a 43 segundos. La segunda posición fue para el alemán Sven Teutenberg (Festina) y la tercera para el italiano Biaggio Conte, del Saeco. Los especialistas del esprint, sin Erik Zabel, quien se quedó cortado en un segundo grupo, perdieron la oportunidad de su vida, entre ellos el español Oscar Freire, inédito en esta Vuelta.
El único cambio en la general fue el descenso de Plaza del cuarto al séptimo lugar. Beloki sigue al frente con 14 segundos de ventaja sobre Oscar Sevilla (Kelme Costa Blanca) y 51 respecto a Angel Casero (Festina). Todos ellos se volverán a ver las caras en Pirineos después del descanso.
La carrera estuvo metida en sobresaltos continuos atendiendo al capricho del viento. Cuando soplaba de espaldas la media de velocidad se disparaba (55,800 a 30 kms de meta), cuando atizaba desde el lateral el pelotón se hacía añicos. Los favoritos se mantuvieron atentos a los cortes, a excepción del madrileño David Plaza, del Festina, en día de despiste. Erik Zabel también se quedó en el furgón de cola para regocijo de Freire, en el grupo bueno.
El US Postal provocó la selección definitiva en el kilómetro 110 en un momento de viento terrorífico. ONCE y Kelme, en pleno marcaje, metieron a sus hombres fuertes, de manera que se formó una carrera de persecución entre el grupo cabecero y los perseguidores, separados en torno a un minuto.
Sin Zabel en el negocio, era el día de los esprinters, eternos aspirantes a la victoria. Allí estaban Oscar Freire, Angel Vicioso, Angel Edo y Danilo Hondo, entre otros. Pero en una etapa de sobresaltos y batalla sin cuartel, aún quedaba o había demostrado tal condición.
El ciclista vitoriano lograba su tercera etapa en la Vuelta, tras adjudicarse el prólogo y la duodécima etapa en 1999. ONCE Eroski cosechó la primera victoria en la presente edición y vivía el segundo día de fiesta consecutivo. El primero lo aportó Joseba Beloki con el maillot oro en la cruz de La Demanda. "El que me daba por muerto que sepa que puedo renacer", dijo un exultante Igor González.
El pelotón se trasladará a Sabadell para disfrutar el lunes de la primera jornada de descanso en la Vuelta. El martes se reanuda la carrera con la décima etapa entre Sabadell y La Molina, de 168,4 kilómetros.