MADRID.- El Real Madrid que camina con autoridad por Europa se dejó ver por primera vez en la Liga 2001-2002 y, después de tres jornadas de sinsabores, derrotó con contundencia al Espanyol (5-1) y rompió el maleficio que parecía amenazarle desde el comienzo del campeonato nacional.
El equipo blanco, para alivio de sus aficionados, saboreó por fin un triunfo liguero en la temporada de su centenario. Y lo hizo con Zinedine Zidane. Ya no se podrá decir que el Real Madrid no sabe ganar con el francés.
Zidane, a quien Vicente del Bosque situó por detrás de Raúl y Munitis, volvió a demostrar una maestría que no se debe poner en duda, dibujó acciones de una calidad exquisita, firmó pases de muchos quilates y, aún sin alcanzar el nivel de juego por el que ha sido considerado el mejor futbolista del mundo, fue una pieza clave en la goleada madridista.
El jugador de Marsella, además, inauguró el marcador con un tiro raso desde la frontal del área cuando se cumplía el minuto 5 de partido. Su gol fue la llave que sirvió al Real Madrid para abrir la puerta de un triunfo del que estaba muy necesitado.
Ante un Espanyol aturdido, el Real Madrid arrancó con rabia, desarmó de inmediato a su rival y sólo necesitó veinte minutos para asegurarse los tres puntos.
En el minuto 11, el equipo blanco aumentó su ventaja con una espectacular jugada de estrategia en el saque de una falta al borde del área. Zidane tocó en corto, Figo piso el balón y la pierna izquierda de Roberto Carlos hizo el resto.
Fue otro golazo del brasileño, con dedicatoria incluida hacia el palco del Bernabéu. Roberto Carlos sigue reivindicando sobre el terreno de juego, con goles y espectáculo, lo que la víspera le negaron en los despachos.
El Espanyol, sin poder de reacción, quedó herido de muerte y no tardó en encajar el tercer gol. Lo marcó Figo, al transformar un penal que le hizo Rotchen.
Casillas, mientras tanto, era un espectador más de la exhibición de su equipo. El Espanyol, con David Aganzo y Martín Posse neutralizados por la zaga blanca y un centro del campo inoperante, apenas se acercó con peligro a la portería madridista durante la primera mitad y si no encajó más goles antes del descanso fue por la sobresaliente actuación del guardameta Alfredo Argensó.
De las pocas acciones de mérito que ofreció el Espanyol, la mejor la protagonizaron Posse y De Lucas en el primer minuto de la segunda mitad, con pase de tacón del argentino que el segundo convirtió en el único tanto del equipo de Paco Flores.
Pero ese gol no inquietó a un Real Madrid que convirtió a Argensó en el héroe del Espanyol. El portero del equipo blanquiazul logró que su equipo no encajara una goleada aún más abultada.
A Argensó, sin embargo, no le ayudaron demasiado sus compañeros y poco pudo hacer para evitar que Raúl, tras hacer una pared con Munitis, estableciera el 4-1 en el minuto 59 y se estrenara como goleador en la presente Liga.
McManaman anotó el quinto gol (m.70) tras una bonita jugada que fabricaron Raúl y Míchel Salgado, y el Real Madrid utilizó la recta final del encuentro para buscar la media docena. No lo consiguió, pero sus hinchas se fueron muy satisfechos.
Real Madrid: Casillas; Míchel Salgado, Hierro (Iván Campo, m.58), Karanka, Roberto Carlos (Solari, m.71); Figo, Makelele (Celades, m.74), Zidane, McManaman; Raúl y Munitis.
Espanyol: Argensó; Fran, Lopo, Rotchen, Ricardo; Velamazán, Morales, Oscar (Alex, m.46), De Lucas; Aganzo (Benítez, m.69) y Posse (Munteanu, m.64).
Goles: 1-0, m.5: Zidane. 2-0, m.11: Roberto Carlos. 3-0, m.20: Figo, de penal. 3-1, m.46: De Lucas. 4-1, m.59: Raúl. 5-1, m.70: McManaman
Arbitro: Alfonso Pérez Burrull (Comité Cántabro). Mostró tarjeta amarilla a Ricardo (m.36) y Rotchen (m.82).
Incidencias: partido de la cuarta jornada de la Liga de Primera División disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 60.000 espectadores.
