INDIANAPOLIS.- El piloto colombiano Juan Pablo Montoya (BMW-Williams) se presenta en el Gran Premio de Estados Unidos como uno de los favoritos a lograr el triunfo, pues el trazado de Indianápolis favorece la potencia de su coche y es una pista que conoce bien y en la que ya ha ganado cuando corría en ese país.
Este Gran Premio estuvo a punto de ser suspendido como consecuencia de los atentados del pasado 11 de septiembre en Washington y Nueva York, pero finalmente tendrá lugar, tal y como estaba previsto, en el circuito de Indianápolis bajo extraordinarias medidas de seguridad.
El piloto colombiano, que obtuvo su primera victoria en una carrera de Fórmula Uno en el Gran Premio de Italia, disputado el 16 de septiembre en Monza, acude con una gran moral y tiene la suerte de que el circuito norteamericano es muy rápido, sobre todo en la parte que utiliza del óvalo de las carreras de Fórmula CART y de las míticas 500 Millas de Indianápolis.
Los trazados rápidos benefician la potencia de los Williams y de sus motores BMW alemanes, como quedó claro en Monza y en Spa-Francorchamps, en Bélgica, los circuitos en los que las medias de velocidad son más altas.
En Monza ganó Montoya y en Spa-Francorchamps los dos Williams -la segunda plaza en entrenamientos fue para Ralf Schumacher- coparon la primera fila de la formación de salida.
Frente a ellos estarán los Ferrari de Michael Schumacher, campeón desde hace tres carreras y vencedor en Indianápolis el año pasado, y el brasileño Rubens Barrichello, quien pugnará por el subcampeonato del mundo.
Junto al brasileño en esta pelea estarán el escocés David Coulthard (Mercedes-McLaren) y Ralf Schumacher. Coulthard es segundo en el Mundial con 57 puntos, Barrichello, tercero, con 54 y el pequeño de los Schumacher, cuarto, con 48.
De la misma forma McLaren y Williams pelearán por el segundo puesto en el campeonato de constructores, en el que el primero tiene una ventaja de ocho puntos.
Michael Schumacher tiene la oportunidad de hacer olvidar su gris actuación de Monza y ayudar a Barrichello o ganar él mismo en un Gran Premio en el que Ferrari tiene especial interés dadas sus repercusiones publicitarias en el mayor mercado automovilístico mundial.
Para el resto de pilotos del mundial esta carrera, penúltima del campeonato, se presenta como una gran oportunidad de mejorar sus resultados y obtener puntos que les hagan destacar al final del año para mejorar la situación en su equipo o revalorizarse en el caso de que vayan a cambiar de escudería.
Entre ellos, el español Pedro de la Rosa (Jaguar) podría disputar el podio por primera vez en su vida después del extraordinario quinto puesto que obtuvo en Monza, el mejor de su carrera deportiva.
El circuito de Indianápolis utiliza para el Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula Uno una parte del óvalo de la pista permanente del mítico trazado norteamericano.
Con dos largas rectas y otras tantas de curvas, que suman 4,192 kilómetros, los pilotos tendrán que dar 73 vueltas que sumarán 306,016 kilómetros.