SANTIAGO.- No llevaba más de unos minutos en suelo chileno y Carlo de Gavardo ya estaba hablando de la próxima carrera, del descanso que tomará para luego de un par de semanas comenzar a entrenar con miras al París-Dakar.
Ese es el profesionalismo que ha exhibido este chileno en su incursión de seis añor por el rally-raid y que se vio recompensada con el título mundial de la Federación Internacional de Motociclismo, tras el tercer lugar conseguido en el Rally de Egipto 2001.
De Gavardo, a su llegada al aeropuerto Arturo Merino Benítez, agradeció a todo el mundo, especialmente a su familia por todo lo que tiene que sufrir cuando él ingresa al desierto arriba de su moto KTM.
"Todo esto ha sido muy lindo porque el título me lo gané corriendo con los mejores pilotos, arriba de sus mejores motos. No fue el París-Dakar, son aprontes, y la presión que tuve antes de irme fue algo muy fuerte porque estaban los mejores del mundo. Al comienzo estaba un poco tímido dentro de la carrera pero fue todo muy lindo", señaló.
El piloto también se refirió a Chiledeportes, pero no para que le preste una ayuda económica importante: "Este no es un deporte masivo, entonces no pediría nada a la autoridad ni exigiría algo porque somos pocos los que lo practicamos, pero sí que lo difundan para que la gente conozca y aprenda de este deporte, de los lugares donde vamos, de por qué allá, en una especie de cultura", precisó.
El futuro de De Gavardo será descansar unas semanas y conocer su nueva moto que usará en el rally más importante del mundo, el París-Dakar. La meta del chileno es alcanzar la cima más apetecida por sus rivales.