BUENOS AIRES.- El entrenador chileno Manuel Pellegrini podría renunciar en las próximas horas como técnico de San Lorenzo si el club no salda las deudas que mantiene con él, los jugadores, el cuerpo técnico y los empleados de la entidad del fútbol argentino.
San Lorenzo atraviesa una grave crisis económica que, de no solucionarse en estas horas, también le ocasionaría el descuento de tres puntos en el torneo Apertura.
La Asociación de Fútbol Argentino (AFA) firmó un acuerdo con los futbolistas agremiados según el cual, si el Fondo de Garantía Salarial de la AFA debe hacerse cargo de los sueldos de los jugadores, se descontará tres puntos al club incumplidor.
En tanto, Pellegrini, quien convirtió a San Lorenzo en campeón del torneo Clausura, regresa hoy de Chile para analizar la situación.
"Todo esto me frustra porque el equipo está para grandes cosas, pero hace tres semanas que tengo tomada la decisión. Así, con todos los problemas extrafutbolísticos que hay, no se puede trabajar", había advertido el viernes pasado el "ingeniero".
El contrato del director técnico vence en junio de 2002, pero la crisis financiera que afecta el funcionamiento del club y las deudas que mantiene con él habrían ya inclinado la balanza. Según el diario "Clarín", San Lorenzo adeuda al técnico cerca de 200.000 pesos (igual en dólares) en concepto de primas y premios.
En tanto, el presidente del club, Fernando Miele, deberá reunir para hoy unos 160.000 pesos para pagar los salarios de agosto de los jugadores. También debe unos 110.000 pesos al cuerpo técnico y otros 50.000 a los empleados del club.
Ruggeri también reclama sus dineros
El ex director técnico de San Lorenzo, Oscar Ruggeri, actualmente al mando de las Chivas de Guadalajara, anunció por su parte que inició un juicio al club para reclamar el pago del dinero que le adeudan.
Las dificultades económicas incluso hicieron peligrar la semana pasada la celebración del partido contra Colón de Santa Fe, correspondiente al campeonato liguero.
Los empleados de San Lorenzo hicieron una huelga y el club tuvo que recurrir a dirigentes, jugadores de la octava y novena división de fútbol y de hockey femenino para controlar las entradas y hacer de ascensoristas antes del partido. Finalmente, las puertas del "Nuevo Gasómetro" se pudieron abrir a los espectadores 25 minutos antes del inicio del partido, que concluyó con empate a un gol.