NUEVA YORK.- Una mera cuestión económica hizo decidirse al turfman John Amerman respecto al futuro de los caballos chilenos de su propiedad, Lido Palace y Printemps: ambos no estará en la Breeders' Cup, jornada que se desarrollará el 27 de octubre en Belmont Park.
"Si lo llevas al papel, en esta actividad hay que ganar para hacer dinero. Yo sé que tengo el mejor caballo en distancias largas y que la yegua es muy buena y puede llegar a correr mucho más, pero cualquiera de los dos se puede caer al salir del partidor y así no gamamos", dijo Amerman en referencia a los bonos de 800 mil y 400 mil dólares, respectivamente, que deben pagar ambos ejemplares para poder animar la BC.
Amerman añadió que la próxima presentación de Lido Palace, caballo que es preparado por Bobby Frankel, sería en la Copa Japón, el 24 de noviembre en Tokio, mientras que Printemps, bajo la mano de Ron McAnally, será dirigida a la Churchill Downs Distaff (3 de noviembre) y al Falls City Handicap (22 de noviembre), ambos en Churchill Downs.
Cuestionan la medida de los bonos
La decisión de John Amerman, que privará a los hípicos de ver en acción a dos de los mejores caballos del momento en Estados Unidos, ha llevado al tapete una vez más la problemática de los bonos que deben pagar los ejemplares cuyos padrillos no están inscritos con antelación para poder correr en la Breeders' Cup.
"Estamos analizando algunos cambios para los próximos años, pero creemos que la penalización (pago del bono) debe continuar en el tiempo porque no es justo que los caballos que sí pagan y sostienen económicamente el programa de carreras, entreguen el premio a otros que no lo han hecho", dijo D.G. Van Clief Jr., presidente de Breeders' Cup Ltd.
En la corta vida de las BC (comenzaron a disputarse en 1984), 67 ejemplares han debido pagar el bono para participar en una de sus carreras y sólo diez han ganado, entre ellos Cherokee Run, la yegua argentina Paseana, Skip Away y Bayakoa, también criada en Argentina y que ganó en dos ocasiones la Distaff.
El que más ha pagado es el caballo argentino Gentlemen, cuyos dueños desembolsaron 800 mil dólares para participar en BC Classic en 1998. Llegó último.