AJACCIO, Francia.- Los coches de las marcas francesas Citroen y Peugeot se presentan, tal y como sucedió hace una decena de días en San Remo, como los máximos favoritos a la victoria final en el Rally de Córcega, undécima prueba del Mundial sobre cuyo asfalto el español Carlos Sainz (Ford Focus WRC) tratará de seguir arañando puntos para acercarse aún más al liderato.
El Mundial llega a su duodécima cita con el finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi Lancer WRC), que acaba de sellar su fichaje por Subaru, y el escocés Colin McRae (Ford Focus WRC) empatados en el liderato con 40 puntos, siete más que Carlos Sainz y nueve por delante del inglés Richard Burns (Subaru Impreza WRC).
Los Citroen y los Peugeot son los candidatos casi exclusivos al triunfo final porque ya han dejado sobradas muestras de su superioridad sobre asfalto.
Citroen, que durante la disputa del rally anunciará el nombres de sus pilotos para 2002, contará en la "Isla de la Belleza" de nuevo con el francés Philippe Bugalski -ganador en 1996 y 1999- y el español Jesús Puras, segundo en 1999, aunque ambos no pudieron acabar en San Remo por sendos accidentes.
El tercer hombre de este equipo será el también francés Sebastien Loeb, que fue segundo en San Remo en su primer carrera en la máxima categoría, aunque en esta ocasión tendrá poco que hacer al volante de un Saxo.
Puras espera poder hacer un buen resultado y ofrecerle una victoria al equipo. "Hay que recordar una vez más que la diferencia que separa a los equipos y los pilotos en el Mundial es mínima, y que para optar a algo hay que dar lo mejor de uno mismo desde la primera especial de cada prueba", dijo.
El piloto cántabro consideró que "para Córcega pienso seguir esta misma táctica e intentaré obtener mi primer triunfo en el Mundial y cumplir de esta forma el objetivo marcado por el equipo: la victoria".
Peugeot pondrá en acción un equipo temible en Córcega al volante de sus 206 WRC: los franceses Didier Auriol, seis veces ganador de la prueba, y Gilles Panizzi, vencedor el año pasado y ganador del último San Remo; el actual campeón del mundo, el finlandés Marcus Gronholm; y otro finlandés, Harri Rovanpera, quinto en el Mundial de pilotos a trece puntos de la cabeza.
Carlos Sainz tratará de mejorar, o al menos repetir, su buena actuación de San Remo. Si antes de la carrera el propio piloto español declaraba que iba a ser muy difícil recoger frutos en las carreteras italianas, en la meta el español era el único piloto de cabeza en sumar puntos a su casillero particular (Makinen tuvo que abandonar y McRae acabó octavo, fuera de los puntos). Sainz dio un pequeño pero significativo salto en la clasificación y se colocó a 7 puntos del liderato.
El Ford Focus del español, que afronta su rally del mundial número 149, no tuvo el más mínimo problema durante los tres días de carrera, y acabó cuarto, a muy pocos segundos del podio.
Tradicionalmente, el Rally de Córcega es una carrera que se ha dado bien a los pilotos del equipo Ford. Carlos Sainz tiene en su palmarés una victoria, la conseguida en 1991, hace diez años, mientras que Colin McRae ganó dos veces, en 1997 y 1998, y el francés Francois Delecour se impuso en 1993. Sainz ha sido, además tercero en las dos últimas ediciones: en 199 con Toyota y en 2000 con Ford.
Las viradas carreteras de asfalto de la isla francesa esconden secretos muy conocidos por todos los pilotos: continuos virajes, a menudo humedades e incluso lluvias que aparecen o desaparecen, según el lado de la montaña, con la dificultad en la elección de neumáticos que ello supone.
El Rally de Francia se disputará este año en un recorrido total de 891,59 kilómetros, de los que 394,04 serán de velocidad pura divididos en 16 pruebas especiales -ocho de ellas diferentes-.