VERONA.- Ni la punta con cuatro puntos de ventaja en la liga italiana ni la admiración que el juego de su equipo concita han mareado a la dirigencia del club Chievo: su presidente dijo hoy que es más fácil la venta de varios de sus jugadores que la compra de otros nuevos.
"Lo que yo veo más probable es que tengamos que salir a buscarle sustitutos a quienes seguramente cambiarán casaca y que instituyamos un premio para el caso que no nos vayamos al descenso, no un premio por si ganamos el scudetto", declaró hoy el presidente Luca Campedelli.
Interrogado sobre la prolongación del contrato del actual técnico Luigi Del Neri, Campedelli respondió según la filosofía de prudencia extrema que ha adoptado: "No es el club Chievo que debe confirmar a Del Neri, sino Del Neri el que debe confirmar al Chievo", afirmó.
Campedelli, un empresario panadero de sólo 33 años, hizo una advertencia que viene a contramano de la euforia que rodea al modesto club de barrio de Verona, revelación de la actual liga italiana.
"Estoy seguro que vendrán tiempos difíciles, que por lo menos servirán para atenuar la presión que el periodismo ejerce sobre nosotros y que se está haciendo demasiado pesada", expresó el dirigente.
Eufóricos, los hinchas del Chievo saben al menos que, con cuatro puntos de ventaja sobre los millonarios Inter, Milan y Juventus, su equipo arribará como líder al clásico ante Verona, el 18 de noviembre, un motivo de gran satisfacción.
Los hinchas, sin embargo, se refieren irónicamente a la posibilidad de que el Chievo gane el scudetto. "No me lo creo, pero por ahora me divierto", decía un gran cartel que apareció el domingo en el estadio, en la goleada 3-0 ante Torino, que volvió a mostrar a un Chievo sólido y de ambicioso juego ofensivo.
Sus hinchas van al estadio con niños y hasta con mamaderas para alimentar a los bebés, no dirigen cánticos hostiles al rival y, al menos un 59 por ciento de ellos, cree que el equipo mantendrá el liderazgo tres semanas más.
Un 30 por ciento sólo concede dos fechas más de puntero y el restante 10 por ciento anuncia "extrañas maniobras" que podrían poner fin a la inédita campaña de un equipo de barrio y sin historia y que no es negocio para la TV.
Campedelli no quiere hablar de ello y sólo admite que la campaña del Chievo le permite vender más a su empresa de panes y dulces, Paluani, sponsor del equipo desde los años '80, mientras que la prensa menciona a algunos de sus jugadores en la mira de grandes clubes y hasta de la selección italiana.
