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Colombia y las órdenes del "Sargento" vencen a Chile: 3-1

La selección de Jorge Garcés terminó con cuatro expulsados y eso fue determinante en el triunfo conseguido por la escuadra cafetera, así como también lo fue la tarea cumplida por el árbitro argentino Daniel Giménez. Sólo queda Ecuador, que visitará Santiago ya clasificado luego del empate ante Uruguay. Esa sí que podría ser una buena despedida.

07 de Noviembre de 2001 | 20:30 | Arturo León Díaz, emol
BOGOTA.- Hasta que el árbitro argentino Daniel Giménez decretó un penal a favor de Colombia por falta de Ormazábal sobre Valentierra (minuto 64), Chile se las batía con diez hombres ante la selección colombiana.

Pero esa decisión del "Sargento" cambió la historia del partido.

Primero, porque la falta, además de significar el 2-1 para los colombianos, fue fuera del área y Giménez, de pasada, expulsó a Villarroel (antes había mandado a las duchas a Cancino) por reclamar airadamente su decisión.

Segundo, porque de ahí para adelante todo lo hecho por la escuadra de Jorge Garcés se fue al tacho de la basura. Lo bueno de Riveros, el despliegue de Ormazábal y Villaseca, los intentos de Villarroel por derecha y el orden que le imprimía Sergio Vargas a los tres del fondo. Con eso le bastaba a Chile para igualar 1-1, luego de los tantos de Grisales (19') y Riveros (43').

Tercero, porque Giménez descontroló aún más a la escuadra nacional con sus cobros. Tanto que el tercer gol, obra de González (23'), pilló mal parada a la defensa y al portero Vargas, que esperaba el centro y se vio sorprendido con una pelota que se le coló a sus espaldas.

Cuarto, porque Chile no tuvo como rearmar su escuadra. Riveros ya estaba agotado -de hecho fue reemplazado por Medina-, Norambuena y Navia no lograban ganar en los escasos mano a mano que tenían con sus celadores y Maturana acertó con el ingreso de los rapidísimos Castro y Castillo, que desequilibraron aún más a la ya desequilibrada retaguardia roja.

Y quinto, porque el descontrol chileno terminó con dos expulsados más, Ormazábal y Villaseca. Lo único rescatable en este monólogo de Giménez y los colombianos fue la tarea que sacó adelante, y con alta nota, el portero Vargas. Cuatro o cinco pelotas que buscaban la red terminaron en tiros de esquina gracias a las estiradas del arquero de Universidad de Chile.

El 3-1 de Colombia fue merecido, pero no por ello para echárselo en cara al equipo chileno. La inferioridad númerica pesó, también las decisiones de Giménez. Quizás, lo más criticable de la "Roja" fue la orfandad con que estuvieron Norambuena y Navia -también Almendra y Martel antes que fuera de lateral volante improvisado-. Riveros no pudo solo. Giménez, sí.

Ahora falta Ecuador, que tras igualar 1-1 con Uruguay consiguió clasificar por primera vez para un Mundial. A lo mejor es la ocasión para una despedida más decorosa.
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