MELBOURNE.- Los australianos Lleyton Hewitt y Patrick Rafter preparan ya juntos sobre la hierba de Melbourne la gran final de la Copa Davis, en la que esperan dejar atrás sus molestias físicas y liderarán a su país frente a Francia la semana próxima en Melbourne.
Mientras el francés Sebastien Grosjean, que perdió la final del Masters ante Hewitt en Sydney, regresó al trabajo el miércoles tras un breve descanso, Hewitt retrasó hasta hoy sus primeros pasos sobre la pista de hierba instalada en el Melbourne Park, el escenario del Abierto de Australia, donde se disputará el duelo.
Hewitt se ha beneficiado de tres días de descanso tras la excitación que le supuso alzarse con el título del Masters y asumir el número uno mundial, además de las innumerables solicitudes de la prensa y las citas con sus patrocinadores.
El tenista de Adelaida fue convocado por el capitán John Fitzgerald junto a Patrick Rafter, Todd Woodbridge y Wayne Arthurs para disputar en Melbourne, del 30 de noviembre al 2 de diciembre, la tercera final consecutiva de Copa Davis que disputa Australia.
"Lo importante es que no puedo despistarme demasiado", dijo Hewitt sobre su victoria en el Masters. "Tengo que mantener la cabeza fría y acabar el año con un triunfo en Copa Davis. Para mí, esa sería una gran forma de acabar el año", agregó.
Hewitt sufrió un tirón en el tendón de la parte posterior de la rodilla el pasado fin de semana, pero el descanso le podría haber ayudado a superar sus problemas. "La forma en que he estado jugando los últimos meses me hace tener una gran confianza", continuó explicando Hewitt, quien agregó: "Me encuentro muy bien".
"Jugó durante 90 minutos", dijo hoy Fitzgerald. "Es impresionante cómo Lleyton puede adaptarse a una nueva superficie y golpear la pelota con el centro de la raqueta. Es muy difícil de hacer", aseguró.
Por su parte, Rafter también trabaja duro para recuperarse de una lesión crónica que le puede dejar fuera de la final. Rafter ha estado batallando con una tendinitis en su hombro y su brazo desde hace meses. Después de haber conseguido dos títulos de Grand Slam en su carrera, Rafter no quiere volver a perder la final de Copa de Davis tras caer en dos finales de Wimbledon consecutivas.
Rafter dedicó el final de temporada a entrenar en su Queensland natal y sus progresos han impresionado esta semana en Kooyong, donde tienen su base los australianos. Pese a ello, Fitzgerald no quiere presionar al jugador en el entrenamiento. El médico del equipo, Andrea Bisaz, ha trabajado a diario en el problemático hombro derecho.
Fitzgerald trata de que las primeras sesiones sean ligeras para intentar que Hewitt y Rafter, que disputarán los individuales según las previsiones iniciales, tengan el máximo de tiempo de progresión y estar en la mejor forma el viernes de la semana próxima.
Rafter dijo que incluso estaba preparado para que el hueso de su brazo fuese sometido a un escáner computerizado, para comprobar su estado de cara al enfrentamiento ante Francia. Hasta ahora, Rafter se sometió a todos los tratamientos médicos posibles, incluidos los masajes y la acupuntura. Según Fitzgerald, el actual estado de forma de Rafter es "muy bueno".
"Pat es seguramente el mejor jugador del mundo sobre hierba", afirmó Fitzgerald. "No es ningún secreto que queremos que Pat juegue. Confío razonablemente en que estará bien. Pero no queremos tomar la decisión final hasta el día de antes", concluyó el capitán australiano.
¿Qué hace el rival?
Pero los franceses no parecen pensar que tendrán que enfrentarse a nadie que no sea Rafter y Hewitt. "Creo que Pat jugará", dijo el capitán Guy Forget. "Si no está, es porque no está al cien por cien, pero una vez que esté sobre la pista, será un gran rival", aseguró.
Tras una primera protesta de los franceses contra el césped en pabellón cubierto, el equipo dirigido por Forget se concentra en la misión de alzar el trofeo de la Copa Davis en su segunda final ante Australia en tres años, después de 1999 en Niza, que acabó con victoria de los "aussies".
"No tenemos problemas para jugar sobre hierba", dijo Thierry Tulasne, uno de los entrenadores de Francia. "Es correcto que cada país escoja la superficie sobre la que tiene las mejores opciones de victoria", agregó el ex tenista. "Por suerte la final se jugará en una pista protegida del viento", concluyó.
Forget eligió a Grosjean como número uno, secundado por Nicolas Escude, Arnaud Clement y Fabrice Santoro, dejando fuera al veterano Cedric Pioline de la lista.