MONTEVIDEO.- Uruguay ganó el último boleto al Mundial 2002 al golear 3-0 a Australia con un gol de Darío Silva y dos de Richard Morales, en el estadio Centenario, ante 70.000 aficionados que celebraron eufóricos el regreso de los charrúas a la Copa del Mundo.
Uruguay estará así por décima vez en los Mundiales, a los que volverá después de dos ausencias seguidas, pues su último torneo había sido el de Italia 90, mientras que Australia, que apenas una vez jugó una Copa, sumó una nueva frustración.
Silva a los 14’ y Morales, que había ingresado poco antes por Federico Magallanes, a los 69 y 90’ marcaron los goles de Uruguay, que ganó con absoluta justicia, y revirtió la derrota 0-1 sufrida en el repechaje de ida en Melbourne.
El fútbol sudamericano contará así con cinco representantes en el Mundial de Corea-Japón, pues Uruguay, que era el quinto clasificado y debió jugar un repechaje ante el campeón de Oceanía, se sumará a Argentina, Ecuador, Paraguay y Brasil.
Los jugadores uruguayos celebraron la clasificación con lágrimas en los ojos, abrazados a su técnico Víctor Púa.
El arquero Fabián Carini, los volantes Gianni Guigou y Alvaro Recoba y los goleadores Silva y Morales fueron las figuras del equipo celeste, que fue campeón en los Mundiales de 1930 y ’50.
El partido, dominado por el nerviosismo, tuvo sin embargo un desarrollo normal, después del escándalo suscitado tras el accidentado arribo de Australia a Montevideo, que provocó una fuerte protesta del visitante, que pidió inclusive que el cotejo fuera trasladado a Buenos Aires.
Tras un primer y sorpresivo ataque australiano al minuto de juego, Uruguay provocó su primera acción de riesgo a los 2’, con un remate alto de volea de Darío Rodríguez, mientras que a los 10 y 13’ fue Recoba quien quien provocó peligro, primero con un lejano remate apenas alto y luego con un tiro de esquina que se estrelló en un poste.
No sorprendió entonces que a los 14’ llegara la apertura del marcador: Silva corrió un largo pelotazo desde su campo, ganó la posición a un distraído Shaun Murphy y cayéndose, tiró bajo y cruzado ante la salida algo tardía del arquero Mark Schwarzer.
Sólo tres minutos después, a los 17’, Australia provocó casi su única acción de riesgo de la etapa inicial, un cabezazo del grandote Mark Viduka que Fabián Carini salvó al corner de modo notable.
Silva fue lo mejor de la etapa -junto con Gianni Guigou- y lo confirmó a los 37’, cuando desbordó por izquierda y envió un centro rasante atrás perfecto, pero Schwarzer salvó de modo notable el remate poco preciso de Federico Magallanes, de discreta labor.
Australia parecía cerca del empate ante un Uruguay peligrosamente retrasado en el inicio del segundo tiempo y Harry Kewell primero y Viduka después desperdiciaron sendas ocasiones de gol, hasta que a los 69’ llegó el segundo gol celeste: Recoba envió un tiro libre (por una falta contra él mismo) al corazón del área y Morales, que había entrado poco antes por Magallanes, "fusiló" a Schwarzer.
Los minutos finales fueron de puro nerviosismo, pero Uruguay fortaleció su defensa con los ingresos de Gonzalo De los Santos y Gonzalo Sorondo y para Australia fue casi imposible llegar con peligro hasta Carini, quien sin embargo debió esforzarse a los 77’, ante un cabezazo de Murphy.
El técnico Víctor Púa estaba practicamente dentro del campo, devorado por los nervios, pues un solo gol australiano bastaba para cambiar toda la historia, pero a los 90’, Recoba escapó en veloz contragolpe, llegó hasta el fondo y envió preciso centro atrás a Morales, quien definió con notable serenidad para que, ahora sí, estallara la fiesta en el Centenario.