BUENOS AIRES.- A los dirigentes de Boca Juniors los embarga un cierto optimismo, aunque mesurado, ante la posibilidad de que el entrenador Carlos Bianchi revierta su decisión de abandonar el club el 31 de diciembre próximo y continúe al frente del plantel profesional del club.
En los próximos días el presidente Mauricio Macri y el técnico mantendrán una nueva reunión, en la que el dirigente de Boca le reiterará a Bianchi el deseo del club de que continúe en su cargo, algo que también quieren los aficionados.
En Tokio, donde Boca perdió la Copa Intercontinental ante el Bayern Múnich alemán, Bianchi se reunió con los directivos Gregorio Zidar y Marcelo London, que fueron los primeros en acercarle la propuesta del club para que renueve su contrato.
"El único que puede arreglar este embrollo es Mauricio (Macri). Es una misión bastante difícil, pero somos optimistas", expresó un alto dirigente de Boca en declaraciones que reproduce el diario "La Nación" en su edición de hoy.
Sin embargo, según explica el rotativo, la situación interna que se vive en la entidad podría complicar el acuerdo al que pretende arribar Macri, ya que algunos directivos piensan que la relación con Bianchi estaría "desgastada".
Lo que pretende el entrenador es saber si Macri continuará al frente del club hasta diciembre de 2003, fecha en que termina su mandato, o antes de ese lapso se dedicará a la política, como en alguna ocasión deslizó el propio directivo.
Boca le ofreció a Bianchi un contrato "en blanco" para que el técnico determine el tiempo de duración del nuevo vínculo, además de asegurarse que no serán reducidos sus haberes, ni los de sus colaboradores.
Los que conocen a Bianchi dicen que es muy difícil que el entrenador cambie de opinión ante una decisión tomada, en este caso la de alejarse del club, aunque el acercamiento que los directivos de Boca le hicieron en Japón para que continúe en la entidad, causó buena impresión en el propio entrenador.