RÍO DE JANEIRO.- Una severa crisis interna que ya se había manifestado en el campeonato brasileño ha estallado en el club brasileño Flamengo, que el próximo miércoles recibirá al argentino San Lorenzo en el partido de ida de la final de la Copa Mercosur.
Los problemas entre futbolistas y dirigentes salieron a flote en los últimos días y fueron comentados hoy por toda la prensa brasileña.
Una de las polémicas fue protagonizada por el delantero Edilson, quien tras ausentarse esta semana de varios entrenamientos ha recibido duras críticas del entrenador, Carlos Alberto Torres.
Torres llegó a decir que el jugador no debería volver a ser convocado para la selección brasileña por su "irresponsabilidad".
Edilson, quien recién hoy apareció por la cancha de entrenamientos de Flamengo, apenas declaró que "no merecía ese trato" y avisó que "muchas cosas deberán cambiar en el club" para garantizar su permanencia en la próxima temporada.
Problemas también tiene el serbio Dejan Petkovic, uno de los "enemigos" declarados de Edilson en la plantilla, quien ha recurrido esta semana a la justicia para cobrar los tres meses de salario que le adeuda Flamengo.
El serbio, auténtica "bujía" del equipo, ha dicho que no desea seguir teniendo a Edilson como compañero y, además, que seguirá en el club solamente si se le garantiza que recibirá su salario al día.
A esos problemas se ha sumado ahora una discusión del volante Beto con los dirigentes, a los que les reclama libertad para poder marcharse al fútbol de Europa, donde dice tener varias ofertas.
El futbolista asegura que su contrato vence el próximo 31 de diciembre, pero según los abogados del club, en realidad tiene vigencia hasta agosto del año próximo.
Lo grave es que, según Beto, la copia del contrato que permanece en poder de Flamengo fue modificada después de ser firmada, asunto que el jugador declaró estar dispuesto a llevar a la Justicia.
Con ese clima interno, el equipo recibirá el próximo miércoles al argentino San Lorenzo en el partido de ida de la final de la Copa Mercosur, un torneo que Flamengo ya ganó en 1999 y que pretende conquistar por segunda vez, sobre todo para borrar el fantasma de una de las peores temporadas de su historia.
Aunque ganó a principios de año el campeonato carioca y la Copa de Campeones de Brasil, Flamengo se salvó en su último partido del actual campeonato brasileño de caer a la segunda división.
Para intentar seducir a los hinchas y mantener su interés en la Copa Mercosur, la directiva de Flamengo anunció esta semana que se pondrán a la venta 77.500 billetes para el partido frente a San Lorenzo, que se disputará en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro.
Como aliciente, el precio de esos billetes será de entre 0,80 y 20 dólares.