MADRID.- El Real Madrid, tras su desastroso inicio de temporada, ya acecha el liderato de la Primera División española tras imponerse hoy por 2-0 en Tenerife, en uno de los encuentros adelantados de la decimosexta jornada.
El equipo blanco lleva siete victorias consecutivas en partidos oficiales, gracias sobre todo a la mejoría de jugadores como Zinedine Zidane y Fernando Morientes o el retorno de Iván Helguera, pero también por un juego más seguro en defensa y práctico, como el que mostró en el encuentro de hoy. El Real no fue en rigor mejor que el Tenerife, pero sí más eficaz y sólido.
El partido fue muy intenso de salida, con los dos equipos empleándose a fondo y ocasiones de entrada en una y otra portería. Tras un par de oportunidades falladas por el tinerfeño Pier ante Casillas, fue finalmente el centrocampista Iván Helguera el que hizo el primer tanto del equipo blanco en el minuto 14, aprovechando un pase del reaparecido Claude Makelele y un fallo del meta Sergio Aragoneses.
El equipo blanco mantuvo el intercambio de golpes (tanto futbolísticos como antideportivos) durante el resto de la primera mitad. El choque tuvo su incidente más desafortunado tras una fuerte entrada del argentino Hugo Morales a Makelele, con el que mantuvo un intenso duelo. El francés tuvo que ser retirado por prudencia.
Sin embargo, en la segunda parte empezó a ejercer mayor dominio el Tenerife, que hizo valer su presión y se vio impulsado por el dinamismo de Xisco, un joven jugador cedido por el Valencia. Sin embargo, ni él ni el ariete Acorán Barrera, con mucha responsabilidad en este encuentro ante la ausencia del argentino Bruno Marioni, encontraron puerta pese a que Xisco dispuso de una ocasión muy clara (m. 47) en uno de los numerosos errores por alto de Casillas.
El Madrid, por su parte, no se sintió incómodo atrás y sólo llegó a puerta canaria en contadas ocasiones, en particular por la calidad en momentos puntuales de un Zinedine Zidane que es, cada vez más, la referencia del equipo.
El choque terminó en escándalo por la señalización de un más que dudoso penal sobre Fernando Hierro en el tiempo de descuento, que transformó Luis Figo. El brasileño Roberto Carlos aseguró que el penal había existido, pero el árbitro Mejuto González salió protegido por la policía en medio de una tremenda protesta.
Mientras, en Sevilla, el Athletic consiguió mantener en el último minuto su formidable racha como equipo visitante (sólo dos derrotas en ocho choques) empatando a tres en el campo del Sevilla.
Tras una primera parte anodina, los goles cayeron en cascada en la primera mitad de la segunda parte: se adelantó el Sevilla con tanto de Moisés (m. 49), igualó Joseba Etxeberría (m. 53), adelantó de nuevo al Sevilla Reyes (m. 56), empató Urzáiz, máximo goleador del campeonato (m. 66), y volvió a marcar el joven y brillante Reyes (m. 70).
El técnico sevillano, Joaquín Caparrós, apostó aquí por el conservadurismo, y el defensa adicional al que dio entrada en los últimos minutos falló en la ocasión decisiva para el empate de Santi Ezquerro (m. 90).
Mañana:
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