SANTIAGO.- El jinete Gustavo Barrera lo hizo otra vez. Sí, las carreras tienen de principales protagonistas a los caballos, pero lo del jinete penquista es digno de resaltarlo. A mediados de noviembre triunfó en El Ensayo con Crisantemo y este sábado lo hizo en el St. Leger con Trompolino.
El hijo de Stuka II y Serenata de Amor venció por dos cuerpos a Piensa Soñando, mientras que en la tercera colocación se ubicó el favorito Mesero. Y Barrera tuvo mucho que ver. Con un tren de carrera muy parecido al que puso en práctica con Crisantemo, corrió entreverado en el grupo de avanzada, a la expectativa pero sin dar tanta ventaja como lo hizo Mesero, por ejemplo, y al girar la última curva ya se adueñó de la vanguardia para irse en busca de la meta.
El trabajo sucio lo habían hecho Emile, The Question, la potranca Se Me Acabó y Mister Acpen, que sin embargo nunca pudieron desprenderse muchos cuerpos del resto. Sucio porque el calor abrazador resultó ser otra valla para los ejemplares que salieron a la arena y porque el tren, un tanto violento en la primera mitad del recorrido de dos mil 200 metros, abrió las puertas para los que corrían de atrás.
Pero no tan atrás como lo hicieron Piensa Soñando, Mesero y Mont Saint Michel, ya que Barrera le guardó fuerzas suficientes a Trompolino para adueñarse de la punta y defenderse con éxito del asedio de los dos primeros.
No hubo caso con el esfuerzo realizado por Manuel Martínez y Luis Torres. Los escoltas tuvieron vía libre por el centro de la cancha apenas ingresaron a tierra derecha, pero Piensa Soñando se acercó más por el natural cansancio del puntero y ganador que por méritos propios, en cambio Mesero no fue rival de peligro ni para el segundo.
Lo de Trompolino, que es preparado por Sergio Asenjo y defiende las sedas del stud Xeneixe, del presidente del Hipódromo Chile, Juan Cuneo Solari, habla a las claras de la equiparidad de fuerzas que hay en la arena palmeña. También el registro de 2.18 2/5 -el récord es de 2.12 2/5-, pues abre una brecha difícil de llenar con miras a los próximos clásicos y al Gran Premio Hipódromo Chile del próximo año.
Sin embargo, lo de Barrera no tiene doble lectura. Trompolino le permitió conseguir su primera victoria en el St. Leger (había escoltado a Baalbek con Murano hace 16 años) y cerrar un año que nunca olvidará. Porque el jinete sumó también esta temporada tres mil triunfos, además de ganar El Ensayo con Crisantemo. Algo que poco en la historia de la hípica chilena pueden contarle a sus hijos y nietos.
