MASHANTUCKET, Estados Unidos.- El puertorriqueño John Ruiz retuvo la corona de campeón mundial de los pesos pesados, versión Asociación Mundial de Boxeo (AMB), luego de empatar a los puntos con el retador estadounidense Evander Holyfield, en una pelea realizada la noche del sábado en Mashantucket, Connecticut.
Ruiz, de 29 años, impidió el triunfo de su empecinado rival por segunda vez, y ahora tiene una foja de 37-4-1, mientras Holyfield deja su hoja de servicios en 37-6-2.
El boricua se llevó una tarjeta de 115-113, en tanto Holyfield mereció un cartón de 116-112 y un tercer juez decretó el empate de oficio con una votación de 114-114.
"Trabajé asalto por asalto, no pensé en las tarjetas, y este resultado es bueno para mi carrera", declaró un contento Ruiz, quien por residir en esta región de Estados Unidos recibió mayor apoyo del público.
Por su parte, Holyfield no estuvo satisfecho con la votación y manifestó que "no pensé que era tan estrecha la votación. Presioné, hice mi pelea, pero los jueces vieron otra cosa. Me siento traicionado".
Ambos púgiles mostraron el óxido de los 282 días que estuvieron sin pelear desde su último combate, el 3 de marzo de este año, donde Ruiz superó a su oponente en 12 vueltas para conquistar el título y convertirse en el primer latino en ganar un cinturón mundial de peso completo.
El tercer enfrentamiento corrió por el mismo cauce de los anteriores, con fuertes encontronazos, constantes agarres, poca técnica, tretas sucias y algunos golpes bajos inadvertidos por el árbitro Steve Smogger.
Tras un primer asalto bastante enredado, donde Ruiz acudió varias veces al agarre para evitar las tretas de Holyfield en el cuerpo a cuerpo, el segundo round fue un poco más animado, aunque el boricua se retiró a la esquina con un chichón en la frente, producto de un topetazo contra la dura testa del retador.
En la sexta vuelta el boricua entró con un derecha recta que estremeció toda la humanidad de Holyfield, quien rápido fue al agarre. Empero, Ruiz no aprovechó la ocasión y una vez más, en vez de rematar, buscó el abrazo.
A estas alturas era evidente, pese a la desesperación de su entrenador Gabe Mari, que Ruiz había engavetado el poderoso jab que marcó la diferencia en los dos anteriores combates.
Este olvido dio a Holyfield la ventaja de dominar en la zona interior, donde demostró toda la picardía aprendida en su 18 peleas anteriores de campeonato.
Pese a sus 39 años, el norteamericano se movió más rápido en los tramos finales que el boricua, 10 años más joven. En el último round Holyfield paró en seco a su rival con un gancho a la nariz, que tuvo sangrando a Ruiz hasta el campanazo final.
Empero, la desigual votación de los jurados dejó la corona en la cabeza del puertorriqueño, y a Holyfield un mal presentimiento de que sus días como boxeador están cercanos al fin.
"Nadie me ha botado a palos, voy a seguir peleando para convertirme en campeón del mundo una vez más", declaró el cuatro veces titular de los pesados, quien se llevó una bolsa de dos millones de dólares, mientras Ruiz recibió 3,5 millones.
En otro pleito titular de la velada, el estadounidense Tim Austin impuso su mejor boxeo para derrotar por decisión unánime al retador tailandés Ratachani Vorapin, y retener la faja de campeón peso gallo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Austin mantuvo invicta su hoja de servicios y selló su triunfo 24 en 26 peleas, una de ellas empate, mientras el tailandés encajó su sexto revés en 46 combates.
El llamado "Kid de Cincinnati" dio una clase de técnica pugilística a su empecinado rival y se llevó tarjetas de los jueces con votaciones de 115-112, 118-109 y 117-110.