BUENOS AIRES.- El Gobierno argentino no ha dado respuesta a la proposición de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) de que el partido de vuelta de la final de la Copa Mercosur, entre el San Lorenzo argentino y el Flamengo brasileño, se dispute este viernes.
El encuentro fue aplazado el miércoles a causa de la crisis social que padece Argentina y los disturbios que en las últimas horas han provocado la muerte de 16 personas.
Eduardo Deluca, secretario general de la CSF, indicó esta madrugada que el partido se jugará este viernes a las 15.00 hora local (18.00 GMT), pero, debido a que en Argentina rige desde ayer el estado de sitio, es el gobierno el que tiene que autorizarlo.
En el Ministerio del Interior y en la Secretaría de Seguridad del Gobierno argentino no hubo un solo funcionario que diera respuesta hoy a la propuesta de la CSF.
"Los acontecimientos que están ocurriendo en el país no permiten que nos dediquemos a eso ahora", dijo a EFE una fuente de la cartera de Interior, en momentos en que las fuerzas de seguridad chocaban hoy con grupos de manifestantes en las proximidades de la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede del Gobierno.
Los saqueos y robos a supermercados y comercios de todo tipo ocurridos el miércoles en todo el país y un multitudinario cacerolazo a la media noche en repudio a las políticas gubernamentales provocaron esta madrugada la dimisión del ministro de Economía, Domingo Cavallo.
No obstante, esa renuncia no logró atenuar el descontento popular por la situación socio económica que atraviesa el país y centenares de personas comenzaron a manifestarse hoy en el paseo público situado frente a la Casa Rosada, sede del Gobierno.
Mientras ello ocurría, en Avellaneda se vendían las últimas entradas para el partido Vélez-Racing del próximo domingo, correspondiente a la última jornada del torneo Apertura, en el que el equipo de Avellaneda podría proclamarse campeón.
También volvían a concentrarse los jugadores del San Lorenzo que, tras la decisión del aplazamiento de la final de la Copa Mercosur contra el Flamengo, se retiraron a sus casas.
La delegación brasileña continuaba en el hotel Sheraton de esta capital mientras sus dirigentes hacían infructuosas gestiones para obtener un dato que les permitiera programar los movimientos del grupo para las próximas 24 horas.
