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El regreso de "Herminator"

El austríaco Hermann Maier batió récords arriba de sus esquíes por cuatro temporadas consecutivas. Tras un accidente en motocicleta que casi le costó la amputación de una de sus piernas, ya trabaja nueve horas diarias para volver a ser el de antes: el gran dominador del esquí alpino mundial.

24 de Diciembre de 2001 | 13:44 | EFE
MADRID.- El austríaco Hermann Maier, gran dominador del esquí alpino mundial las tres campañas anteriores, lo fue de nuevo esta última, antes de que un accidente de moto estuviese a punto de costarle la amputación de una pierna, en un año en el que la muerte de Regine Cavagnoud tiñó de luto el mundo de la nieve.

Maier se adjudicó su tercera Copa del Mundo de esquí alpino, en la que volvió a ganar, por segundo año consecutivo, las Bolas de Cristal de descenso, supergigante y gigante.

Oriundo de de Flachau (Salzburgo), Maier se anotó trece pruebas -tres gigantes, cinco descensos (entre ellos el más prestigioso, el de Kitzbuehel) y cinco supergigantes-, con lo que igualó el récord de victorias en una misma campaña, en poder del sueco Ingemar Stenmark, que durante la temporada 78-79 ganó tres slalom y diez gigantes.

Teniendo en cuenta que no participa en pruebas de slalom, "Herminator" arrasó: ganó todo lo que se le puso delante. Y añadió suspenso a la competición arrebatándoles, en las pruebas finales de Are (Suecia), la Copa de descenso a su compatriota Stephan Eberharter y la de gigante al suizo Michael von Gruenigen.

Doble campeón olímpico y mundial, Maier elevó su marca de triunfos en Copa del Mundo a 41 -cuarta mejor de toda la historia- y añadió a su palmarés una medalla de plata en el descenso y una de bronce en el supergigante de los mundiales de Sankt Anton (Tirol), meses antes de que, el pasado 24 de agosto, un accidente de moto en Radstadt (Salzburgo) estuviese a punto de poner punto final a una de las carreras más espectaculares de la historia del esquí alpino.

Peligro en dos ruedas
Tras sufrir doble fractura de tibia y peroné, al austríaco casi le amputan la pierna derecha, pero superado ese problema, Maier ha vuelto a ser "Herminator" en la desgracia: se entrena nueve horas diarias y su recuperación avanza a velocidades desorbitadas.

En los mundiales, que regresaron después de diez años a Austria, el estadounidense Daron Rahlves dio la sorpresa en el supergigante y el austríaco Mario Matt y el noruego Kjetil Andre Aamodt ganaron oro y plata. Matt lo hizo en slalom y en combinada, respectivamente; y Aamodt ganó la combinada y fue segundo en gigante, convirtiéndose en el plusmarquista de medallas en Juegos y Mundiales: quince en total.

En Sankt Anton no brilló la croata Janica Kostelic, que a sus 19 años ganó la primera Copa del Mundo para su país, al ser superior en las pruebas de slalom. Sí lo hizo la sueca Anja Paerson, oro en slalom y bronce en gigante, prueba que ganó la suiza Sonja Nef, que se adjudicó asimismo la Copa del Mundo de la disciplina. Y sobre todo, la francesa Regine Cavagnoud, que después de superar infinidad de lesiones, alcanzó el cenit de su carrera en las pistas tirolesas.

A los 30 años, Cavagnoud cubrió las expectativas y logró su primer título mundial, en el supergigante, disciplina en la que también conquistó la Copa del Mundo.

La francesa fue tercera el pasado 27 de octubre en el gigante inaugural de esta temporada, en Soelden (Austria), dos días antes de sufrir un gravísimo accidente al chocar con el técnico alemán Markus Anwander mientras entrenaba descenso en el glaciar de Pitztal, también en el Tirol. Cuarenta y ocho horas después, falleció en un hospital de Innsbruck, poniendo la nota trágica a la temporada.
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