SAO PAULO.- El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Texeira, intentará a través de la FIFA impedir la intervención del gobierno y evitar así su destitución a raíz de las acusaciones de corrupción en su contra por parte del Congreso.
Una comisión especial del Congreso acusó por unanimidad a inicios de diciembre pasado a Texeira, a quien responsabilizó por 27 irregularidades administrativas. El perjuicio al fisco por el mal manejo financiero y por la supuesta corrupción de la CBF asciende a 22,4 millones de dólares.
Texeira, a criterio de esa comisión debe ser separado de la CBF por acción u omisión, porque creó un ambiente propicio para el descalabro administrativo.
La información de la prensa brasileña indica que Texeira, además miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, está en Suiza, donde se ha entrevistado en en varias ocasiones con el presidente de la entidad, Joseph Blatter.
Una intervención del gobierno brasileño en un asunto netamente futbolístico podría inducir a un castigo de la FIFA a Brasil que debe disputar este año el Mundial de Japón y Corea.
Una simple advertencia de la FIFA será suficiente para que el Ministerio Público postergue hasta después del Mundial su demanda de destitución de Texeira.