SANTIAGO.- La última vez que se enfrentaron Marcelo Ríos (48° de la ATP) y Karol Kucera (81°) fue en septiembre del año pasado, en Presov, por el repechaje de la Copa Davis. El triunfo fue para el chileno por 6-3, 6-2 y 6-3, y eso inclinó la balanza en favor del sudamericano con un marcador general de 4-3.
Pero el "cara a cara" entre Ríos y Kucera se distingue por la equiparidad de los juegos. La igualdad era tal que hasta el 3-3, conseguido por Ríos en Montecarlo 2001 por un doble 6-4, cada uno ganó un partido desde el primer enfrentamiento en 1994, en el challenger de Scheveningen (triunfo para Kucera por 6-1 y 6-3).
Lo del jueves no debiera apartarse de esa línea. Porque Ríos todavía no alcanza la regularidad necesaria para acabar con su rival si sólo él se lo propone y porque Kucera, desde que dejó atrás los tres meses que necesitó para recuperarse de una operación a una de sus muñecas, va en franco ascenso, pese a estar a unos días de cumplir 28 años.
Luego de su participación en la Davis ante Chile, el eslovaco llegó a semifinales en Tokio (perdió ante el suizo Kratochvil en dos sets) y a fin de año triunfó en el challenger de Bratislava (derrotó al armenio Sargis Sargsian en dos mangas). Y esta temporada anota semifinales en Chennai, donde cayó ante el que sería el campeón, el argentino Guillermo Cañas, por 6-4, 3-6 y 3-6.
Ese es el verdadero Kucera que encontrará este jueves el chileno Ríos. Un jugador dúctil, exquisito, con una derecha capaz de realizar cualquier jugada, pero con poco temple y que a la hora de llegar a los cinco sets puede sufrir en demasía (la temporada pasada ganó uno de los cuatro encuentros que jugó al máximo de mangas).