ROMA.- La policía y la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) llevan acabo sendas investigaciones sobre una decena de clubes de fútbol, para verificar si son ciertas las denuncias de algunos padres que afirman haber pagado para que a sus hijos les hiciesen una prueba.
El presunto "escándalo", revelado por un diario romano de información general, y que se habría producido en las pasadas navidades, podría afectar también a clubes de la Primera división italiana de fútbol.
Según las declaraciones de algunos padres, éstos habrían tenido que pagar una suma de dinero para que sus hijos hubieran tenido la oportunidad de ser sometidos a pruebas organizadas por clubes.
La investigación, abierta por el fiscal romano Antonio Moricca, nació a partir de la denuncia presentada por el padre de un jugador, que sostenía haber recibido la petición de dos millones de liras (unos 1.000 dólares), por parte de dos dirigentes de un club juvenil, para liberar a su hijo y, así, pudiera probar por una entidad de Primera división.
Los agentes ya han desenmascarado a los dos dirigentes presuntos autores de la extorsión y han denunciado a ambos. Sin embargo, uno de ellos ya ha fallecido por un infarto.
Con posterioridad, la policía ha recibido nuevas denuncias de padres, señalando casos similares, en esta ocasión con presuntos representantes que prometen pruebas en Primera división y traspasos, lo que no se realiza. En algunos de estos casos, la cifra solicitada podría haberse elevado a los quince millones de liras (unos 7.500 dólares).
La FIGC también ha decidido abrir una investigación sobre dicho asunto, para verificar si es cierto lo que los padres han denunciado.