TURIN.- Se puso en marcha hoy, en el Tribunal de Turín, el proceso judicial contra el vicepresidente y el médico del club Juventus, Antonio Giraudo y Riccardo Agricola, quienes son acusados de haber suministrado entre 1994 y 1998 fármacos dopantes, incluído el temible EPO, a sus jugadores.
El acusador es el fiscal Raffaele Guariniello -representado
hoy en el aula por los jueces Sara Panelli y Gianfranco Colace-, quien sostiene que Juventus, en ese período, "puso en práctica una verdadera estafa falsificando de manera sistemática los resultados deportivos con el recurso al doping".
Guariniello ha citado para avalar sus argumentos a 150 testigos, entre quienes figuran los ex jugadores de Juventus Zinedine Zidane, Didier Deschamps, Roberto Baggio, Gianluca Vialli y Christian Vieri, además del brasileño Ronaldo y los técnicos Giovanni Trapattoni y Zdenek Zeman.
En un aula repleta por la presencia de numerosos periodistas, muchos de ellos extranjeros, los abogados defensores de Juventus -que han citado a 40 testigos- plantearon de inmediato varias objeciones formales, arguyendo que el club turinés es "víctima de una investigación carente de objetividad".
Entre sus argumentos, el defensor Vittorio Chiusano -quien actualmente es también presidente del club Juventus- citó un reciente fallo de la Corte de Apelación italiana, que absolvió al ciclista Marco Pantani de una acusación de dóping.
Las acusaciones del fiscal Guariniello son el resultado de una investigación que duró casi tres años y está incluida en 20.000 folios ilustrados con informes médicos, análisis químicos, publicaciones periodísticas y documentos de diferente tipo.