ROMA y FIRENZE.- El campeón mundial de Fórmula Uno Michael Schumacher y su compañero en el equipo Ferrari, Rubens Barrichello, se atribuyeron la responsabilidad de los accidentes que sufrieron el miércoles en pruebas realizadas en Barcelona.
"No hubo un problema técnico", dijo Schumacher, según fue citado el jueves por el diario deportivo italiano "Gazzetta Dello Sport", en referencia a las causas de su despiste que terminó cuando se estrelló contra las barreras de neumáticos.
"Fue mi culpa. Estoy haciendo pruebas así que debo arriesgarme un poco. Si no, ¿qué estoy probando? No sé exactamente qué pasó, quizás una rueda tocó el césped pero eso puede pasar en el desarrollo de una prueba", añadió el campeón, quien resultó ileso.
El accidente puso fin a las pruebas de Ferrari en el Circuito de Cataluña de Barcelona, tras lo cual el equipo italiano llevó los coches destrozados a su fábrica en Maranello.
Schumacher descartó cualquier problema con la suspensión u otros problemas con el coche.
En tanto, Barrichello admitió que sentía algunas molestias tras el que fue su segundo accidente este mes. Su Ferrari golpeó las vallas de seguridad y saltó por el aire después de que saliera sin control y a gran velocidad de la pista.
"Tengo un problema ligero en la espalda. De repente perdí el control del coche y el impacto fue muy fuerte. Todo pasó de forma muy extraña pero parece que fue un error mío", explicó el brasileño.
Pruebas con el auto 2002
Schumacher regresó de España y a menos de 24 horas del accidente que sufrió ayer en Barcelona, cuando su automóvil chocó contra la barrera de contención, se subió al monoplaza con el que enfrentará la temporada 2002.
Mientras en Maranello se reparaba ya el coche destruido en España, el piloto alemán llegó inesperadamente, alrededor de las 10.30 hora local (09.30 gmt), y poco después se sentó al volante del nuevo automóvil y dio unas 20 vueltas a la pista antes de hacer la primera pausa. Después del mediodía Schumacher repitió la prueba.
