ASUNCION.- Que el arquero Claudio Mele haya sido la figura de Cobreloa en el 0-3 ante Cerro Porteño habla fácilmente de que los calameños la sacaron muy barata esta noche en la capital paraguaya.
Pudo y debió ser goleada ante el irresoluto planteamiento de la visita, que sin ideas fue el mejor espectador del constante aunque no asfixiante dominio local, que basando su juego en Virgilio Ferreira y en el poder de concreción de Ramírez terminó aniquilando cualquier intento loíno por llevarse al menos un empate.
Salvo un remate a quemarropa de Canobbio (no se puede perder esos goles) y a un mano a mano de Galaz con Bobadilla, los naranjas nunca aspiraron con real peligro a la consquita del empate, quebrado a los 20' por Ramírez y consolidado a los 38' por Francisco Ferreira.
Con el 2-0, el segundo tiempo fue un largo letargo quebrado por los estertores dormidos de Cerro, el que cuando se lo proponía hacía tambalear a la discreta zaga visitante, en la que Abdala apenas pudo con las ganas para contener el chaparrón.
A los 80', Ramírez sentenció el partido, pero no la goleada. Si la magia de Virgilio Ferreira hubiese tenido acompañantes y si Mele no hubiese estado en una gran noche, Cerro habría sacado gajo por gajo el jugo a Cobreloa, con una goleada ignominiosa. Ante eso, mejor quedarse bien tranquilos.
