BUENOS AIRES.- Cuando aún los ecos de violencia que provocaron dos muertes en una semana no se han acallado, nuevamente un hecho similar se vio reflejado en el fútbol argentino, cuando un grupo de barrabravas amenazó al plantel de San Lorenzo de Almagro.
Además de la amenaza al plantel que conduce Manuel Pellegrini, los barrabravas agredieron a un jugador juvenil, de la sexta división.
El problema se produjo ayer por la tarde, durante la práctica que el equipo profesional desarrollaba en las instalaciones del club, cuando un grupo de barrabravas ingresó sin ningún tipo de inconvenientes para encarar directamente a los futbolistas.
Los hinchas insultaron a los jugadores, en especial al mediocampista Leonardo Rodríguez y al delantero Raúl Estévez, y luego agredieron al juvenil Maximiliano Cipollone, de 16 años y quien se desempeña en la sexta división del club.
Según indica hoy el diario deportivo "Olé", el arquero Sebastián Saja salió en defensa de sus compañeros, mientras los colaboradores del cuerpo técnico intentaban calmar los ánimos de los más exaltados.
Cuando llegaron dos patrullas de la policía, los barrabravas se retiraron ante la sorpresa de todos.
"Esto es la primera vez que me pasa, nunca lo había vivido en mi carrera. Afortudamente no pasó a mayores, pero no quiero decir nada, prefiero guardarme lo que pienso para no meterme en líos", explicó con algo de temor el experimentado delantero Alberto Acosta, de 35 años.
Lo que habría motivado la reacción de los fanáticos, a criterio de los futbolistas, es que varios integrantes del plantel defendieron la postura del defensa Horacio Ameli, quien tras un litigio con el club recibió la libertad de acción.
Ameli reclamaba el pago de varios sueldos adeudados, y como consideró que el dinero entregado no era el suficiente, solicitó la libertad de acción, que por cuestiones legales le correspondía.
En tanto, el manager de San Lorenzo, Jorge Rinaldi, aseguró a la agencia local Télam que el técnico Pellegrini "estaba azorado, no entendía nada".